Un pellizco de sal de la Bahía para los mejores 'gourmets'

El Senado aprobó a mediados de mes una propuesta del PSOE para reducir el límite de cloruro sódico establecido en las sales artesanales para fortalecer así al sector salinero. Esta medida impulsa a las salinas tradicionales frente a la industria salinera. Las cuatro plantas de la Bahía de Cádiz están de enhorabuena con esta iniciativa, ya que les permite meter cabeza en el mercado del 'gourmet'. La sal industrial y aquella que se extrae de manantial tienen un 97% de cloruro, mientras que la tradicional se queda en un 93%. La diferencia es la clave en cuanto a la calidad que exige la nueva cocina. La segunda tiene más magnesio, calcio y yodo que la otra, lo que la hace mucho más sofisticada para la alta cocina. El senador Luis García Garrido asegura que se ha dado un primer paso con esta medida y ahora toca regular el marco jurídico para una futura denominación de origen. El mercado demanda un producto especial y la Bahía tiene esa materia prima.