Unos afectados hacen un ejercicio ante el espejo. :: la voz
PUERTO REAL

El Clínico incorpora una técnica novedosa para enfrentarse al párkinson

Por una leve intervención se coloca en el intestino del paciente una sonda que suministra un medicamento para mejorar su vida diaria

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El Hospital Universitario puertorrealeño acaba de incorporar un nuevo tratamiento destinado de manera específica a aquellas personas aquejadas de párkinson que se encuentren en una fase avanzada de dicha enfermedad.

La novedosa técnica recibe el nombre de 'infusión duodenal de levodopa/cardibopa'. Este último binomio responde a la denominación específica que se le da el tratamiento de esta patología. De hecho, la levodopa, generalmente combinada con la cardibopa, es el fármaco de elección, y el considerado más efectivo para el tratamiento de la enfermedad de Párkinson.

Sin embargo, conforme el mal va avanzando, la administración por vía oral suele venir vinculada a la aparición de fluctuaciones en el aparato motor. Esto se debe a que en ese estadio de la enfermedad, el cerebro empieza a tener dificultades para almacenar la dopamina y liberarla, y da lugar a lo que se denomina una 'respuesta pulsátil'.

Para conseguir el acceso al duodeno se realiza una pequeña intervención quirúrgica, con idea de introducir la sonda. El procedimiento ahora implantado se define técnicamente como una 'gastrostomía endoscópica percutánea', lo que se puede traducir al lenguaje de la calle como una vía de comunicación con el estómago a través de la piel.

La sonda tiene dos componentes: uno interno, delgado, que, una vez pasado el estómago, se mete en el intestino; y otro externo, que atraviesa la pared del abdomen y sirve para fijar la sonda interna.

Con anestesia local

El procedimiento es sencillo, y se puede realizar con anestesia local. La sonda duodenal se conecta a una bomba que libera de forma continua la dosis de levodopa que precisa cada paciente. Con este tratamiento se puede ajustar la dosis de forma personalizada, y administrar dosis adicionales ocasionales, en aquellos casos para los que se necesite un efecto rápido.

Un especialista de Digestivo del Clínico es el encargado de administrar la medicación directamente al intestino delgado, a través de una sonda y de forma continua. Los expertos consideran a esta infusión duodenal de levodopa como una solución para los problemas que a veces aquejan al enfermo por su administración por vía oral.

Al administrar de forma continua la levodopa al duodeno, se consiguen concentraciones constantes de aquella, se evitan las fluctuaciones motoras y así se prolongan los periodos de movilidad normal.

El neurólogo del centro hospitalario puertorrealeño, Juan Asencio, ha avanzado que este novedoso tratamiento ya ha empezado a dar sus primeros frutos. La unidad a la que pertenece ha comenzado a seleccionar a los pacientes que están especialmente indicados para la recepción de este tratamiento.

El doctor Asencio matiza que esta técnica no está indicada para aquellas personas en lista de espera de un tratamiento quirúrgico. Tampoco pueden someterse a este tratamiento quienes estén controlados con apomorfina, que es el medicamento que se utiliza para atajar lo que en este campo de conocen como 'bloqueos'. Por 'bloqueo' se entienden los problemas de movilidad, la dificultad para caminar y el hablar brusco que presentan los pacientes cuando alcanzan una fase ya avanzada de la enfermedad. Está constatado que la infusión continua de levodopa ataja la merma palpable en la calidad de vida del enfermo de Parkinson. El tiempo en que se mantiene un estado cercano a la normalidad aumenta de modo significativo, mientras los periodos con rigidez disminuyen.

Son los mismos pacientes los que notan cómo sus jornadas cotidianas se vuelven más «predecibles», y a partir de ahí pueden planificar su propia vida de una manera mucho más fácil y cómoda.