Economia

La recesión empuja a las pymes a salir al extranjero para salvar su negocio

El número de pequeñas empresas que apostaron por exportar para sortear las dificultades creció un 10% durante esta crisis

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Internacionalizarse o desaparecer. Es el dilema que han tenido que afrontar en esta recesión numerosas empresas españolas, en especial pequeñas y medianas (pymes), que han visto cómo el hundimiento del consumo y la inversión en 2008 y 2009 amenazaba con destruir sus negocios. Los datos de comercio exterior evidencian que cada vez hay más pymes que no se resignan a morir en esta crisis y salen fuera a buscar mercados donde vender productos y servicios que en España nadie compra.

El Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) ha calculado que el número de empresas que exportaron menos de 50.000 euros -es decir, las compañías de menor tamaño y las que acaban de lanzarse a la aventura de vender fuera- creció en los dos últimos años algo más de un 10% y pasó de 97.418 en 2007 a 108.303 en 2009. Un crecimiento importante en época de recesión, que contrasta con la práctica estabilidad que marcó el número de pymes aventureras en los años de mayor bonanza (2004-2007). Los datos, explicó un portavoz del ICEX, demuestran que «cuando hay crisis, las empresas apuestan».

Para ayudar a que esas apuestas tengan éxito, el ICEX desarrolla desde 2007 en un centenar de países un programa de servicios personalizados a empresas a través de la Red de Oficinas Económicas y Comerciales del servicio exterior del Estado. Las pymes pueden acceder -pagando, por supuesto- a un conjunto de servicios de valor añadido ajustados a sus necesidades, desde que un experto conocedor del terreno identifique a sus potenciales socios comerciales y les organice entrevistas con ellos hasta cuestiones de tipo logístico, como la búsqueda de traductores locales o de asistencia jurídica.

Un 'traje' a medida

La demanda de estos servicios ha crecido de forma espectacular desde su puesta en marcha. Las oficinas comerciales prestaron en 2007 asistencia a 32 empresas, en 2008 fueron 378 los demandantes y en 2009 su número aumentó un 82% y se disparó a 2.129. Esa última cifra implica que unas siete compañías diarias, en su mayoría pymes, se beneficiaron del programa. «El año pasado hicimos cada día un traje a medida de las necesidades de siete empresas», destacaron las fuentes del ICEX consultadas.

Los datos de comienzos de 2010 son aún mejores, sólo en el primer trimestre hubo 578 solicitudes, un 45% más que en el mismo período de 2009. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, ha fijado entre los objetivos del programa para este año elevar la calidad de los servicios prestados, mediante la formación especializada del personal de las distintas oficinas.

El tipo de servicios personalizados que más demandan las empresas son la organización de agendas de reuniones de negocios (1.222 solicitudes en 2009) y la identificación de socios comerciales (709 peticiones). Por mercados, los más demandados fueron Emiratos Árabes, donde se realizaron 146 operaciones; Argelia (76); Rusia (65); Rumania (56) y Francia (54). Se trata, salvo en el caso francés, de «mercados emergentes y con grandes oportunidades de negocio», destaca el ICEX. En cuanto a las actividades que querían realizar las empresas, destacan las relacionadas con la gestión del agua, la energía solar y eólica -sectores en los que España es líder- y la biotecnología.

El precio

Todos los servicios personalizados tienen un precio, fijado en días de trabajo, que las oficinas comerciales calculan en función del número de horas que sus especialistas dedican a atender las solicitudes. Las fuentes consultadas explicaron que por cada ocho horas de dedicación las oficinas de negocio facturan un día, con tarifas que varían «entre 200 y 300 euros». Un precio «mucho más ajustado que el que facturan las consultoras privadas especializadas en análisis de comercio exterior».

En el listado de las oficinas comerciales de que España dispone sólo figuran tres que en 2009 no realizaron ni una actividad de este tipo: las de La Paz (Bolivia), Nairobi (Kenia) y Ottawa (Canadá).

La valoración que las empresas usuarias realizan de estos servicios es dispar, aunque predominan las puntuaciones positivas. De 1.100 compañías encuestadas, el 85,35% aseguran estar «satisfechas» o «muy satisfechas» con el trato recibido y con los resultados. Entre ellas, el 26,13% calificaron el servicio de «excelente» y el 59,22% señalaron que fue «bueno».

Existe también otro 14,65% de empresas a las que esta experiencia no les resultó igual de gratificante. El 11,22% calificaron de «mejorables» los servicios personalizados ofrecidos por el ICEX y el 3,43% creen que son «muy mejorables». El porcentaje de descontentos coincide con el de clientes que no lograron su objetivo de penetrar o implantarse en el mercado elegido.

Pese a aumentar en 2009 las empresas que se aventuraron a salir al exterior, la cuantía total (en euros) de las exportaciones españolas cayó un 15% respecto de 2008. El ICEX atribuye ese bajón a los descensos de precios y a la pérdida de fortaleza del euro frente al dólar.