Real Valladolid ni-ni

Ni juego ni actitud. El Real Valladolid recibió un gol a los 90 segundos y no mostró ni juego ni actitud en un partido clave. En la segunda parte llegó la debacle. Real Valladolid tiró por la borda todo el optimismo y entusiasmo de la última semana. Perdió en casa del colista, de un Xerez que ya tiene más victorias que el cuadro pucelano y que, tras lo visto en Chapín, sí desea aferrarse al último hilo que le une a la Primera. Los blanquivioletas fueron ni-ni. Ni juego, ni actitud. De lo primero, cada vez hay más serias dudas de que haya realmente -siempre se ha vendido la clase y el buen gusto por el trato hacia el balón de algunos futbolistas que, hoy por hoy, en Segunda estarían en el banquillo-. De lo segundo, se pensaba que con la llegada de Onésimo algo había cambiado, había más unión y generosidad con el compañero; pero la apatía que muestran sobre el césped algunos de los que dicen que el Real Valladolid aún tiene opciones de permanencia da qué pensar. Los blanquivioleta recibieron una cura de humildad de un equipo que todo el mundo daba por hundido y al que ahora tienen a dos puntos de distancia (mientras la salvación se vuelve a alejar a los cinco). A los 90 segundos, el Xerez ya había desarbolado todo el entramado de Onésimo en su primer acercamiento a la portería de Justo Villar: mala salida del lateral, peor cobertura del central y pase al punto de penalti desde la banda. Era el peor inicio esperado, aunque había tiempo para reaccionar.