Alfonso de la Calle, director gerente, y Jaime Torrent, director de calidad, en una de las naves. :: CRISTÓBAL
Jerez

Un siglo descorchando el éxito empresarial

La empresa Torrent Miranda aumentó sus ventas de tapones en un 18% en 2009 y logró la máxima certificación de calidad a nivel mundial

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Lo dicen los mejores enólogos y los aficionados de este sector: el tapón de corcho que cierra la botella es en buena parte responsable del éxito de un vino, porque este tipo de cierre procedente de un material natural y ecológico «permite que el caldo siga evolucionando y le da muchos matices».

El que así habla es Alfonso de la Calle, director gerente de la más importante empresa productora de tapones de corcho de Jerez, que lleva en esta actividad desde el año 1918 y que tiene su principal marchamo en la calidad de los alrededor de 30 millones de tapones que vende al año a las más importantes empresas del mundo y «a las mejores marcas». No en vano, su principal nicho de mercado es el de las bebidas de alta gama, que tienen las más exquisitas presentaciones.

Pese a la crisis que azota al sector de las bebidas alcohólicas en general, y al del Marco de Jerez en particular, esta empresa casi centenaria que se dedica en un 95% a la producción de tapones de corcho con una materia prima que les llega de España y de Portugal sigue manteniendo su industria en el Parque Empresarial y su plantilla de 18 empleados gracias a que sus volúmenes de negocio se resisten a dar la razón a los agoreros.

«En 2009 nuestras ventas aumentaron un 18%», cuenta con orgullo De la Calle, que admite que el secreto de su éxito está sin duda en que su presencia en los mercados extranjeros es cada vez más alta, de forma que «la caída que ha sufrido el mercado nacional se ha compensado con el buen comportamiento de las exportaciones».

Y es que esta empresa apenas tuvo que mirar más allá de las bodegas del Marco de Jerez hasta el año 2000. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que había que buscar alternativas, nuevas líneas de negocio -como los tapones decorativos o los escanciadores que también fabrican- y, sobre todo, nuevos países en los que vender.

Así se fueron asomando poco a poco al exterior, y en 2002 ya exportaban un 18%. La evolución ha sido vertiginosa, y hoy en día los productos de Torrent Miranda «se venden en un 51% en el extranjero», en los 10 países en los que están presentes -aunque el más importante es Francia, con un 43% de la cuota de ventas-, y en algunos de los cuales tienen incluso centros logísticos de distribución.

Esa presencia constante en el mercado internacional de la mano de las empresas líderes del sector obligó a Torrent Miranda a aplicar severísimos controles de calidad que garantizan a lo largo de todo el proceso la trazabilidad de sus tapones y que son controlados por el equipo de Jaime Torrent.

Sean como sean los productos, cilíndricos o no, con coronas de plástico o de madera, con incrustaciones de metal, «deben haber sido fabricados respetando los estándares de calidad más exigentes». Y parece que han logrado dar ese salto que les da un valor añadido frente a la competencia, ya que son la primera compañía a nivel mundial del sector del corcho en obtener la Certificación Internacional de Calidad ISO 22000, que define los requisitos para los Sistemas de Gestión de Seguridad Alimentaria aplicada a la fabricación de tapones que están en contacto con alimentos, y que se une a certificaciones anteriores.