La ausencia de un acuerdo sectorial ha hecho que los precios de la uva se derrumben por debajo de los costes, provocando la ruina de los viñistas. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

Fedejerez no firmó otro pacto del precio de la uva porque Competencia ya investigaba

Indignación en el sector del vino por un expediente en torno a un acuerdo que siempre ha promovido la Junta

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Si lo que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se había propuesto era guiar las actuaciones del Marco de Jerez y de sus actores, sin duda lo ha conseguido después de la apertura de tres expedientes sancionadores que a estas alturas ya han cambiado las reglas del juego en esta Denominación de Origen, y amenazan con hacerlo en muchas otras zonas.

En el caso concreto de la última instrucción iniciada por la CNC, sus efectos se empezaron anotar mucho antes de que este organismo público haya decidido dar el paso e iniciar el proceso que puede culminar en una nueva sanción.

Así, y según confirmaron ayer diversas fuentes del sector, en marzo del año 2009, en mitad de las negociaciones entre las bodegas y los viñistas del Marco para tratar de llegar a un acuerdo sobre el precio mínimo al que debía pagarse la materia prima destinada única y exclusivamente a la elaboración del jerez, llegaron las primeras notificaciones de que Competencia pensaba que en los documentos incautados en las inspecciones de junio de 2008 en el marco de otra investigación había algunos que apuntaban hacia otra posible actuación contra la Ley de Competencia.

El mismo organismo presidido por Luis Berenguer confirmó ayer que examinada esa documentación «por si los hechos en ella descritos pudieran constituir una infracción que justificase la incoación de expediente sancionador por prácticas restrictivas de la competencia», quedaba claro que de la información obtenida puede deducirse que «existen indicios racionales de la comisión de una infracción consistente en un acuerdo de fijación de precios en el mercado de la uva y mosto de Jerez».

La notificación de estas sospechas fue uno de los argumentos de peso para que desde ese momento se frenara en seco la posibilidad de que este tipo de pacto sectorial que es habitual en muchas zonas, y que siempre ha estado propiciado por la Administración andaluza, volviera a reeditarse en la Denominación de Origen del jerez.

Los resultados de este hecho son ya bien conocidos: los precios de la uva en la vendimia se han derrumbado muy por debajo de los costes de producción y han provocado la ruina de miles de viticultores que tuvieron que aceptar las cifras que marcaban la mitad de los 37 céntimos de euro (61,5 pesetas) que se pagaron en la última campaña en la que hubo acuerdo. Eso sin olvidar que no todos han podido vender la cosecha, y que buena parte del mosto sigue en poder de las cooperativas de la zona.

Precisamente por la certeza de que la falta de precio para este producto abocaba al desastre económico de los viñistas, el 26 de marzo de 2009 la asociación Asevi, sectorial de Asaja Cádiz, remitió una súplica ante la CNC para que ésta emitiera un dictamen sobre «si era lícito que las organizaciones sectoriales representativas de los vendedores y compradores de la uva amparada por el Consejo Regulador negocien y acuerden el precio orientativo de la uva calificada», explicó ayer el secretario general de la patronal agraria, Cristóbal Cantos.

Sin embargo, como apuntaba ayer un indignado Cantos, «nunca se recibió ninguna respuesta, y ahora nos han comunicado la apertura de un expediente sancionador».

Para el líder de Asaja, esta actuación de la CNC «va contra el mismo concepto de asociacionismo y de libertad de empresa», y recordó que lo que se pactó en el Marco también se hace en otras zonas vitivinícolas españolas.

Cantos insistió en que a su juicio Competencia «se ha extralimitado» en este caso, y lamentó que «quiera machacarnos y acabar con una producción tradicional como la del jerez cuando debería estar para evitar el monopolio de las grandes multinacionales».

Por todos esos motivos, desde Asaja ya han comunicado estos hechos al comisario español de la UE, Joaquín Almunia.

También se mostró ayer en desacuerdo con la actitud de la CNC el secretario general de COAG Cádiz, Miguel Pérez, quien dijo que aún tienen que analizar el expediente, y quien mostró su «tristeza» porque «poco a poco nos van quitando el significado que tiene la función de una organización agraria, que es defender los intereses de los agricultores».

Pérez puso de relieve que el pacto por el precio de la uva «nunca perjudicó a nadie, porque todos estábamos de acuerdo y porque ni siquiera afectaba al consumidor porque nunca se tradujo en un aumento de los precios del vino de Jerez».

Por su parte, desde las cooperativas de Aecovi aseguraron que están a la espera de analizar el documento y se mostraron «muy sorprendidos» por la actuación.

Para finalizar, desde Fedejerez defendieron ayer que las bodegas «son conscientes y defienden las normas de la competencia de España y de la UE», por lo que están convencidas de que su actuación ha sido en todo momento respetuosa con esos preceptos. Por eso, confían en que durante la instrucción de este expediente quede de manifiesto que la acción de Fedejerez «nunca ha supuesto la conculcación de la libre competencia», como explicó ayer su director general, Bosco Torremocha

El representante de Fedejerez dijo que la federación «ejercerá las acciones que sean necesarias para demostrar su inocencia ante los hechos por los que se incoa el expediente durante el proceso», al tiempo que quiso poner de relieve que «el hecho de que exista la incoación no puede prejuzgar la resolución final ni implica que vaya a haber una sanción».