Opinion

Pellizcos de monja

Cuesta llamar manifestación a lo que vimos. Lo de menos es la cantidad, lo peor es la falta de convicción

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Decía John Lennon que la vida es eso que te sucede mientras estás ocupado haciendo planes. Si Cándido Méndez y Fernández Toxo conocen la cita darán la razón al ex 'beatle' con, quizá, un añadido: lo que te sucede mientras los planes los hace Zapatero.

No sé si ambos dirigentes sindicales conocen el sabor de la ceniza en la saliva, pero tengo la certeza de que esa y no otra es la embocadura que les dejó la manifestación del martes. Cuesta llamar manifestación a lo que vimos en contra del 'pensionazo'. Lo de menos es la cantidad, el número ridículo de manifestantes, lo peor es la falta de convicción y la poca credibilidad que pudimos apreciar. Estos no son los sindicatos del 14-D, cuando Nicolás Redondo rompió con Felipe González; ni los que hicieron las huelgas generales del 92, 94 y 2002.

Los sindicatos han llegado a asociarse tanto al Gobierno que al final los planes son los de Rodríguez Zapatero. UGT y CC OO salen a la calle, pero los trabajadores no están. Los 4.300.000 de desempleados no estuvieron. No había razones para ellos. Porque las centrales se manifiestan por algo que aún no ha ocurrido, por algo que saben que tiene que pasar para asegurar el futuro de nuestras pensiones.

Si usted tiene la desgracia de no tener trabajo, si es progresista, si es persona que ha valorado las movilizaciones contra González y Aznar, ¿puede decirme qué apoyo encontró en las manifestaciones? Y si es un parado de larga duración, y si es un mileurista, y si es un licenciado que sueña con el primer contrato. Y si es, y si es.¡Ay!, cómo agotan las preguntas simples de respuesta complicada.

Podemos seguir así, viendo la vida pasar mientras Zapatero hace planes, monta triunviratos, inventa pactos y burocratiza la crisis. Pero algo habrá que hacer. El gobernador del Banco de España escribe sus recetas en artículos, las proclama en el Congreso, en conferencias y ruedas de prensa, pero quien debería escuchar está a lo suyo: haciendo planes y viendo la vida pasar. MAFO se ha ido a la metáfora, por si alguien no quiere o no puede entender: hay un barco (España), una tormenta (la crisis) y un patrón (Zapatero). El casco del bergantín hace agua, pero el patrón mira hacia la lontananza y escucha la música callada de las últimas manifestaciones. Serrat decía que llegamos tarde a los lugares en los que nunca pasa nada. Hoy habría que decir que cuando lleguemos lo que tiene que pasar ya habrá pasado. Y entonces, ¿a quién darán los pellizcos de monja Méndez y Toxo? ¿O es verdad que las manifestaciones son sólo un ensayo general para la primera huelga general a. Rajoy? ¿Verdad que no?