Editorial

Actividad político-militar

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La detención de dos presuntos etarras ayer en un paso fronterizo cercano a Molló (Girona) cuando intentaban pasar a territorio francés constituye una nueva actuación de los cuerpos de seguridad del Estado -esta vez los Mossos d'Esquadra- que refleja la eficacia policial en la tarea de neutralizar a la banda terrorista. Pero sumada a la reciente captura de Ibai Beobide cuando supuestamente pretendía reconstituir el comando Donosti y el desmantelamiento de la fábrica de bombas en Portugal acreditan que ETA está muy lejos de trabajar por un proceso democrático sin violencia. Este escenario es el que la izquierda 'abertzale' dice proponer en las conclusiones de su reciente debate. La evidencia de una organización terrorista en plena actividad de preparación de atentados y un entorno político que no se compromete a pedir su desarme demuestra que tras la retórica de avalar un proceso democrático para la «resolución del conflicto» se esconde un nuevo intento de volver a la legalidad y seguir jugando el papel de instrumento de ETA.