CÁDIZ

Avalancha humana en la ciudad en obras

La reducción de plazas de aparcamiento, las vallas y el incremento de las visitas pone a prueba el transporte público La invasión festiva que triplica la población gaditana coincide con una intensa fase de reformas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Como en el circo. Más difícil todavía. A la complicación inevitable que sufre una ciudad de 130.000 habitantes cuando triplica su población durante una noche, la del sábado al domingo, se añaden en 2010 factores circunstanciales.

Cádiz vive la mayor etapa de obras públicas que sus vecinos han conocido en varias décadas. Los preparativos del Bicentenario del Doce han hecho coincidir trabajos de distinta naturaleza que, en la práctica, suponen una mayor dificultad en el acceso para el transporte particular y una considerable eliminación de plazas de aparcamiento. Santa Bárbara está cerrado. Los alrededores de Renfe, temporalmente, también. El entorno de Canalejas está limitado por obras. Varios miles de opciones menos.

Por usar un ejemplo doméstico, la casa de los gaditanos va a recibir un enorme número de invitados justo cuando está en marcha la reforma de varias habitaciones. La complicación está garantizada. Con Canalejas convertida en un pasillo metálico para coches (será el último Carnaval que se viva esa circunstancia), sólo hay dos carriles para entrar en el casco antiguo, uno en paralelo al muelle y otro por el Campo del Sur.

Esas dos estrechas arterias son incompatibles con los 150.000 coches, con las 400.000 personas, que se esperan si la lluvia no recorta las previsiones. El lleno absoluto en toda la planta hotelera (en todas sus categorías y modalidades en toda la Bahía) hace prever que ni el mayor aguacero descargaría las calles de humanidad joven y disfrazada.

El atractivo de la primera noche de sábado para los veinteañeros andaluces no deja de crecer. Otra pieza en el rompecabezas de tráfico y seguridad.

No se trata de criticar a posteriori. Ninguna mente es capaz de introducir, por ese embudo, tal caudal humano y automovilístico en un casco antiguo sin perímetro, limitado por el mar. La única esperanza es la organización.

Para racionalizar ese previsible caos se trata de volver a convertir las Puertas de Tierra en lo que fueron, el límite inviolable para los invasores (los coches). La única posibilidad de mantener cierta fluidez es abandonar antes de ese límite el automóvil, que no podrá moverse en ese círculo vicioso que rodea el casco antiguo. El mejor consejo que se le puede dar a gaditanos y visitantes, insiste el Ayuntamiento, es llegar al centro a pie. El vehículo debe quedarse en Extramuros. Cualquier otra cosa puede suponer una pérdida de tiempo, seguridad, humor y energías.

Tren y autobús, vitales

Para que este consejo sea válido, es preciso que el transporte público funcione como un reloj suizo en el extremo sur de Europa y en el momento más complicado.

La flota de autobuses urbanos estará en funcionamiento al completo desde las seis de la tarde del sábado hasta las nueve de la mañana del domingo, excepto la línea 3 que acaba a las cuatro de la madrugada. Todas las paradas provisionales estarán en el entorno de la plaza de Sevilla, bien en la Cuesta de las Calesas, bien en Comandancia de Marina. El transporte interurbano también tendrá sus paradas concentradas entre el entorno de Puertas de Tierra y plaza de Sevilla. Los trayectos se reforzarán entre las seis de la tarde y las diez de la mañana.

Los catamaranes, que conectan con Rota y El Puerto de Santa María, incrementarán sus frecuencias para ofrecer hasta 17.000 desplazamientos individuales. Sólo se interrumpirá el transporte entre las dos y las cinco de la madrugada del domingo. Como último gran eje de transporte público, Renfe ha anunciado un plan especial de refuerzos en trenes de cercanías para facilitar la movilidad de los viajeros de la Bahía durante el primer fin de semana de Carnaval.

Así, entre el sábado y el domingo circularán 223 trenes en la línea Cádiz-Jerez, con una oferta total de 183.800 plazas, de las que 154.200 serán plazas de refuerzo. Con ello, Renfe «prácticamente quintuplica» la oferta de plazas habituales de un fin de semana.

El horario de cercanías se ampliará, de forma que el sábado los trenes circularán hasta las dos de la madrugada y el domingo el servicio se iniciará más temprano, a las 4.45 horas.

Renfe, en colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tiene previsto establecer controles de acceso, tanto en las estaciones como en los andenes para evitar aglomeraciones.