Berlusconi junto a Guido Bertolaso en una rueda de prensa en L'Aquila tras el terremoto. :: AP
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El chapucero G-8 italiano

La investigación por fraude en las millonarias obras de la cumbre salpica a uno de los asesores de Berlusconi más mediáticos

ROMA. Actualizado: Guardar
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La cumbre italiana del G-8 del pasado mes de mayo en L'Aquila, a un mes del terremoto que arrasó la capital de Abruzzo, tenía que haberse celebrado en la isla de La Maddalena, en Cerdeña, pero Silvio Berlusconi tuvo una de sus ideas geniales y lo trasladó a última hora, como golpe de efecto publicitario. Sus fotos con Obama entre las ruinas quedaron preciosas, pero en La Maddalena se quedaron a cuadros.

Llevaban un año frenético de obras en un proyecto residencial de lujo que después iba a resucitar la economía de la isla como nuevo centro de turismo exclusivo: 330 millones de euros invertidos en reformar una zona militar con dos hoteles cinco estrellas plus y un puerto deportivo. Tras el plantón han quedado abandonados a su suerte, como ha denunciado la prensa con imágenes de goteras y escombros. Otra catedral en el desierto en la Italia de los grandes pelotazos.

Uno de los hoteles se lo llevó por 40 años y a un precio de saldo la empresa de la actual presidenta de la patronal, Emma Marcegaglia. El otro, que ha costado 75 millones -742.000 euros por habitación- no tiene dueño porque nadie lo quiere. El concurso quedó desierto. Hasta ahora este era el escándalo, pero ayer se redobló. Una investigación de la fiscalía de Florencia añadió ayer corrupción y fraude en los contratos de las obras, con el crónico intercambio de favores entre cargos públicos y empresas. Han sido detenidos cuatro dirigentes, entre ellos la máxima autoridad italiana en adjudicaciones institucionales, el presidente del Consejo Superior de Obras Públicas, Angelo Balducci.

Pero lo que más ha impresionado en Italia es que en la lista de investigados, formada por diez personas, aparece el jefe de la Protección Civil, Guido Bertolaso, un personaje mediático muy conocido, que aparece en cualquier emergencia, de las basuras de Nápoles al terremoto de L'Aquila, incansable y siempre con su jersey azul de trabajo. Bertolaso es, de hecho, una imagen de eficacia, acción y resolución de problemas que Berlusconi aprecia y exhibe constantemente. Es más, anunció el otro día que le va a nombrar ministro.

Dimisión rechazada

Bertolaso, de carácter resolutivo, reaccionó ayer presentando su dimisión, algo insólito en Italia, pero el primer ministro la rechazó. Se debe precisar que aparecer en el registro de investigados no quiere decir más que eso, que alguien es investigado y se le notifica para su conocimiento y que organice su defensa. No hay ninguna acusación formal. Luego puede ser descartado de las pesquisas o imputado. Bertolaso, en concreto, es el último responsable de multitud de grandes eventos públicos, que se endosan por decreto a Protección Civil, un gran cajón de sastre, para ahorrar trámites.