EL RAYO VERDE

INSOSTENIBLE

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El uso y abuso de la idea de la «sostenibilidad» para dar nombre a la nueva política de esta época de crisis y post-capitalismo ya tenía pinta de ser un juego lingüístico para esconder otros conceptos, desde la energía nuclear hasta el liberalismo más puro, pero también el intervencionismo y hasta la resignación cristiana. Con lo que no contaba es con que incluyera su sentido contrario, o sea la «insostenibilidad». Si algo está claro en este oscuro momento es que hay cosas que no pueden ya seguir haciéndose, al menos no pueden hacerse sin que las contradicciones, o las vergüenzas, queden al aire.

Por ejemplo, el chorreo de prejubilaciones tempranas, entre ellas las tan desmentidas como impepinables de Delphi a los 50 años, y en tantas otras empresas, privadas y en beneficios, mientras se intenta imponer un abaratamiento de las pensiones, vía aumento del periodo de cotización, y dos años más de vida laboral activa para aumentar la bolsa común... a cuenta de los pobres pringados que no tengan la suerte de contar con un patrón bien colocado. Se negociará, dicen, en el Pacto de Toledo, pero la amenaza de huelga general es cierta y quizá el martes mismo haya un pronunciamiento de los sindicatos, que hasta ahora habían mostrado máxima prudencia y que ahora resucitan el mitin. No sólo CC OO, también UGT cuyo líder, Cándido Méndez, que pasaba por ser consejero áulico del presidente del Gobierno, ha podido comprobar que es cierto que Zapatero no escucha ni acepta consejos de nadie. Entrar en una dinámica de huelga general a estas alturas, con la incertidumbre económica y laboral que existe, coloca a los pies de los caballos a empresas y trabajadores, la mayoría de los cuales están a la quinta pregunta.

También son «insostenibles» líneas políticas que establecen parados de primera y de segunda, que permiten sobrevivir a empresas inviables, que detraen recursos públicos, tan escasos, para proyectos sin clara rentabilidad, que premian y castigan... La práctica política debe cambiar, pero no se ven, ni a un lado ni a otro, recetas solventes para salvar los obstáculos.

Eligió un mal momento para llegar al poder el presidente Griñán, que el jueves estuvo por aquí, inauguró un centro de salud, abrió el Foro de mujeres Beijing +15 y luego se fue a comprarse un traje a Isi, porque le sobraba una hora, antes de reunirse con Bibiana Aído, para preparar el congreso y la nueva ejecutiva regional, en donde parece que Ferraz no termina de darle todo el margen de maniobra que quiere. Mientras bullen los mentideros, lo único seguro es la pérdida de peso político de Cádiz en la política andaluza, incluso en la nacional, con Luis Pizarro en un retiro más o menos dorado, que ojalá sea justo. Ahora que se había conseguido un nivel de inversión pública potente para la provincia, se tendrá que buscar un nuevo «lobby»... Aunque habrá que ver de qué color, si se confirman las encuestas en las urnas, y cuándo, si en fin se adelantaran las elecciones. La clave será si hay crisis de Gobierno, y de qué calado, tras el semestre europeo.