35 años de cárcel por matar a un padre y a su hijo por una tele

La Audiencia de Granada ha condenado a 35 años de prisión al joven acusado de asesinar a un padre y su hijo tras una discusión por una televisión en Granada, y al que un jurado popular declaró culpable.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la Audiencia de Granada ha condenado a Israel G.R. a 35 años de cárcel por dos asesinatos, al considerar probado que fue el autor de los disparos que acabaron con la vida de un padre y su hijo. La Audiencia ha confirmado así la pena solicitada por la Fiscalía después de que un jurado popular lo declarara culpable por unanimidad del doble crimen, cometido junto a la escalera del edificio del que eran vecinos el condenado y sus víctimas.

Los hechos tuvieron lugar el 28 de febrero del año pasado en un bloque de la zona Norte de Granada cuando Israel se encontró con Joaquín, un joven de 34 años que murió en el acto de varios disparos, su hermano y el padre de ambos, que murió horas después por heridas de arma de fuego en un hospital granadino. Durante el juicio, que se celebró en mayo, el condenado aseguró haber discutido con sus víctimas por una televisión, aunque negó ser el autor de los disparos.

La Audiencia ha argumentado que no puede clarificar la capacidad de defensa que tuvieron las víctimas, por lo que no ha aceptado la petición de pena de la acusación particular, representada por el director jurídico de IFS Abogados, José Ignacio Francés, que solicitó 20 años de cárcel por cada víctima. En la primera sesión del juicio, el acusado se declaró inocente y responsabilizó a su hijo, menor de 14 años, de haber disparado a los dos fallecidos, una acusación que se descartó porque el niño era diestro y los disparos fueron realizados por un zurdo.

La sentencia ha adelantado además que tomará testimonio al condenado y su mujer, respondiendo a la petición del Ministerio Público y la acusación particular. Las dos partes pidieron a la Sala que abriera diligencias contra la pareja por falso testimonio y abandono de familia, al considerar probado que forzaron al niño a declararse culpable de un doble asesinato por el que no podría ir a prisión.

Israel G.R. disparó en siete ocasiones a Joaquín, un joven de 34 años que murió en el lugar de los hechos, y al padre de éste, un hombre de 64 años que falleció en el hospital horas después. El condenado tendrá que ser aún juzgado por un asesinato en grado de tentativa contra el hijo y hermano de las víctimas y por tenencia ilícita de armas, ya que en su vivienda se encontraron 462 cartuchos de diversos calibres, seis cargadores, las instrucciones del arma que utilizó y una segunda pistola.