COMERCIO

La comunidad china en España, «sin ánimo para celebraciones»

Suspende los actos centrales del Año Nuevo Chino por "la crisis económica y la persecución social originada tras la Operación Emperador"

MADRID Actualizado: Guardar
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La comunidad china española ha suspendido los actos centrales del Año Nuevo Chino, que comienza este domingo, debido a la "crisis económica y la persecución social tras la Operación Emperador", que desarticuló una trama de blanqueo de dinero dirigida por el empresario Gao Ping. Por ello, no celebrará el tradicional mercadillo con productos chinos, el desfile y la gran cena oficial que venían organizando desde hace tres años en Madrid para mostrar a la sociedad española algunas de las costumbres de su país. En su lugar, las diferentes asociaciones de ciudadanos chinos en España organizarán actos más reducidos y privados para recibir el Año de la Serpiente.

"El pesimismo ha calado entre los miembros de la comunidad china y nadie se encuentra con ánimos para celebraciones", destaca Xu Songhua, presidente honorífico de ACHE (asociación de chinos de España). "Ahora mismo nuestra principal preocupación ese hacer remontar nuestros negocios y mejorar nuestra imagen pública ante la sociedad española y ante China", añade en un comunicado.

"Hace unos años –remarca Xu Songhua-, cuando se cerraba un establecimiento de barrio regentado por ciudadanos chinos, siempre había otro dispuesto a recoger el testigo. Con la crisis económica tan solo uno de cada diez negocios chinos que se cierra vuelve a abrirse". A su juicio, después de la Operación Emperador, "los españoles piensan que todos los chinos somos malos y se lo piensan dos veces antes de venir a comprar a nuestros establecimientos, que ejercen una clara función social a los vecinos de los barrios".

El presidente de la principal asociación de chinos radicada en España cree que la imagen de nuestro país en China quedó "muy afectada por la mala comunicación de la Operación Emperador", y que debe mejorar "para hacer aumentar las inversiones chinas en España". Xu Songhua denuncia que los comerciantes chinos del polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada -epicentro de la trama- han visto cómo sus ventas se reducían en un 70% en el último trimestre de 2012.