Rajoy: «No olvido que 2012 ha sido un año de sufrimiento y dolor»

Sin atisbo de la autocrítica, con un retrato áspero y gris del presente y una fe ciega en que 2013 sea el año puente entre la crisis y la creación de empleo. Así ha sido el resumen que ha hecho esta mañana en Toledo Mariano Rajoy de sus primero doce meses al frente del Gobierno español.

Rajoy, durante su intervención en la jornada inaugural de la Interparlamentaria del PP, ha reconocido que este año que termina ha sido para mucha gente un año "de dolor y de sufrimiento". De hecho, ha apostillado que él no puede olvidar a todos los españoles que no tienen empleo y de todas las familias que lo están pasando mal.

A estos casi seis millones de desempleados les ha querido mandar un mensaje de esperanza y un recordatorio: "Todo lo que hace este Gobierno lo hace con un objetivo prioritario y es que recuperen sus vidas y su bienestar".

Rajoy entiende que sus reformas, aunque duras, son el único camino posible para superar "siete años de parálisis y desaciertos", en clara alusión a la herencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Una creencia que, a su juicio, también comparte una mayoría de españoles tal y como ha quedado plasmado en el reconocimiento que ha obtenido el PP en las pasadas elecciones vascas y catalanas, pero sobre todo en las gallegas.

"Nadie podrá decir que nos hemos quedado de brazos cruzados", ha enfatizado el jefe del Ejecutivo. Ha asumido que su Consejo de Ministros ha aprobado en un año reformas difíciles, de largo alcance, "decisiones muy dolorosas que no nos gusta tomar y que algunas van en contra de lo que habíamos dicho a los españoles".

Necesarias

Lo importante, ha ponderado, es que en su conjunto son necesarias para volver a la senda del crecimiento. Ha vuelto a apelar a la comprensión de esa mayoría silenciosa de españoles que entienden que son las decisiones que requiere el interés común de los ciudadanos, aunque ha constatado que "muchos no las aplauden y se han manifestado en contra de ellas". Rajoy ha sentenciado que "sin renuncias parciales y sin un gran esfuerzo de solidaridad" no será posible remontar el vuelo.

Ha reiterado que su Gobierno ha intentado ser equitativo a la hora de repartir esfuerzos y sacrificios y, sobre todo, ha puesto mucho empeño en recordar a su partido que el PP "no va cargar con las culpas de nadie, ni pagar los platos rotos de nadie".

Rajoy ha arremetido con dureza contra el PSOE al que ha responsabilizado de socavar el estado del bienestar. "El PSOE congeló las pensiones y nosotros no y eso hay que decirlo muy clarito". Es más, culpa a Zapatero de dejar al borde del colapso los servicios sociales. Por ello, ha avisado a la formación que ahora lidera Alfredo Pérez Rubalcaba de que no iban a admitir lecciones de nadie y menos de un partido, como el PSOE "que dejó un déficit público de bancarrota y esa será su culpa histórica".