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Mourinho rebaja la euforia

El Real Madrid quiere huir de excesos de confianza ante el Racing: "No buscamos récords ni tonterías, el objetivo es la Liga"

MADRID Actualizado: Guardar
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En las últimas semanas José Mourinho se ha ‘guardiolizado’. Muestra prudencia y cautela para frenar la posible euforia madridista, consciente de que aun quedan “muchos partidos difíciles”. El cambio de actitud del luso demuestra que le sienta bien estar lejos del Barcelona en la clasificación liguera. Tranquilo, sensato y sin levantar polémica compareció en la rueda de prensa previa al partido contra el Racing de Santander para eludir cualquier tipo optimismo exagerado.

El técnico reconoció que deben seguir contando con los azulgrana en la lucha por la clasificación para evitar la confianza que dan los diez puntos de ventaja sobre su eterno rival. “No buscamos pasillos, ni récords. El objetivo es ganar la Liga. Me gustaría ganar el campeonato mañana pero creo que no es posible llegar como campeón al Camp Nou. Es una tontería decir que vamos a sacar 15 puntos de ventaja a un equipo como el Barça. Si ganamos la Liga con un punto de ventaja será algo fantástico”, anticipó el portugués.

Aunque no escondió que están en una situación privilegiada, prefiere andar con pies de plomo: “La experiencia me ayuda mucho a tener tranquilidad tanto en momentos negativos como positivos. Hace unas semanas yo no estaba fuera de control emocionalmente en un momento difícil y ahora continúo controlado. Es la línea a seguir”, manifestó en una línea de comportamiento más próxima al de su colega en el Barcelona.

También habló de lo negativo que tiene su equipo y de los errores a corregir en los próximos compromisos: “Me preocupa encajar goles. Me gusta analizar la situación con ellos y mejorar sin perder lo que tenemos muy bueno hasta ahora, que es la capacidad ofensiva”. El luso ha pedido concentración a sus jugadores en los saques de esquina y en las faltas laterales ya que en lo que va de año han recibido hasta siete goles en jugadas a balón parado.

El partido contra el Rácing

Centrado en el partido de este sábado, confirmó el regreso de Ángel Di María y descartó que vaya a dar descanso a jugadores pensando en el duelo de la Liga de Campeones frente al CSKA de Moscú de la próxima semana. “No estamos en periodo de acumulación de cansancio. Estamos jugando un partido a la semana, sin fatiga”, explicó antes de replicar que “todos estarán disponibles”.

El único problema evidente que tiene el portugués para el encuentro frente al Racing de Santander es en el lateral derecho. La baja de Arbeloa por sanción y la de Altintop por lesión se puede tapar con Lass, puesto que el francés no llegará a tiempo por una lumbalgia. Así que si por la cabeza del portugués no pasa mover a Sergio Ramos, tiene dos opciones: Hacer jugar de lateral a Raúl Albiol o cambiar de banda a Coentrao, como ya hizo en el ‘clásico’ liguero con mal resultado. El resto del equipo no admite dudas.

En la faceta de los números los blancos han encontrado su motivación para esta jornada en su deseo de completar una vuelta casi perfecta en la Liga. Tras el empate en Santander en septiembre el Madrid no ha vuelto a dejar escapar puntos. Todo con la excepción del ‘clásico’ de diciembre ante el Barça. En esos 18 partidos acumuló 17 victorias y una sola derrota. El Madrid ha pasado en esta vuelta casi inmaculada de ocupar la quinta plaza a protagonizar una remontada que le sitúa líder y con diez puntos más que su inmediato perseguidor. Además, el equipo va lanzado hacia la Liga perfecta. Un porcentaje del 88% de puntos conseguidos en la competición mejora los números de la segunda temporada de Mourinho.

Incidente con Teixeira en el Camp Nou

No obstante, el portugués ha cambiado. En su poliédrica cara ante la prensa este viernes intentó eludir la polémica de la que tantas veces se ha aprovechado. El técnico reconoció que había esperado al árbitro Fernando Teixeira Vitienes en la vuelta de las semifinales de Copa del Rey disputadas en el Camp Nou. El portugués negó que dicho acto haya deteriorado su imagen y reconoció un diálogo con el árbitro en el párking del estadio azulgrana con un tono de conversación “extremadamente educado”, según su descripción. Veintitrés días después de los hechos, el técnico madridista admitió que, enfadado por el arbitraje recibido en el empate a dos que dejó eliminado al Real Madrid, esperó a que el árbitro saliese de su vestuario para mostrar su queja.

Con su nueva actitud de prudencia y moderación el portugués no quiso enfangarse con la polémica de la semana. El técnico eludió, de nuevo, valorar si el Bernabéu debe albergar o no esta final de Copa: “No es problema mío. El año pasado sí lo era. No tengo nada que ver con esto”. El nuevo Mourinho prefiere vestirse con los modos de Guardiola para no desviar la atención.