Condenan a dos estadounidenses acusados de espiar en Irán

Los dos presos estadounidenses, Josh Fattal y Shane Bauer, de 28 y 32 años, respectivamente, acusados de espionaje por las autoridades de Teherán, han sido condenados a ocho años de prisión por el Tribunal Islámico iraní, ha anunciado la televisión estatal.

La sentencia señala que cinco años de la condena son por espiar para el servicio de inteligencia estadounidense y los otros tres por entrada ilegal en el país.

Los estadounidenses, junto con otro compañero, fueron detenidos en 2009 cuando, según dijeron, hacían senderismo en una zona montañosa del Kurdistán iraquí donde la frontera entre Irak e Irán es difusa. El otro compañero, una mujer llamada Sarah Shourd, que alegó motivos médicos para no regresar al juicio en Irán, fue puesta en libertad bajo fianza de medio millón de dólares el pasado mes de septiembre por razones de salud y humanitarias.

EE UU reclama su libertad

El propio presidente de EE UU, Barak Obama, celebró en su día la liberación de Shourd y aseguró que sus dos compañeros "no cometieron ningún crimen". Según ellos, en ningún momento tuvieron intención de entrar en territorio iraní y todo fue fruto de una confusión después de que se desorientasen y errasen el camino.

Hoy, Estados Unidos ha vuelto a pedir que Bauer y Fattal sean puestos en libertad. "Hemos pedido sistemáticamente la puesta en libertad de Shane Bauer y Joshua Fattal, quienes llevan dos años en la prisión iraní de Evin. Shane y Josh han estado encarcelados demasiado tiempo y ya es hora de que se reúnan con sus familiares", ha señalado la portavoz del Departamento de Estado norteamericano Victoria Nuland.

Nuland también ha señalado que Estados Unidos está intentando recabar más información a través de Suiza, encargada de mediar diplomáticamente entre Estados Unidos y Teherán, ya que ambos países rompieron sus relaciones diplomáticas en 1979, año de la Revolución Islámica de Irán.

Por otra parte, su abogado Masud Shafii, ha indicado que aun no le han comunicado nada de la sentencia. "Como representante legal de los acusados, me deberían informar la sentencia primero a mi", ha afirmado el letrado.