Obama durante la rueda de prensa en el Congreso de EE UU. / Foto: Reuters | Vídeo: Atlas
crisis económica

Obama afirma que «EE UU no dejará de pagar sus deudas»

El presidente ha instado a republicanos y demócratas a ceder en sus exigencias para lograr reducir el abultado déficit, que este año llegará a 1,2 billones de dólares

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha desafiado a republicanos y demócratas a que paguen el precio político de un acuerdo que impida que el país suspenda en breve el pago de su deuda y comience a reducir sus déficit fiscales.

"Estados Unidos siempre ha pagado sus deudas y no dejará de pagarlas", ha prometido Obama en una conferencia de prensa en la que ha asegurado que se llegará a un acuerdo que incremente el endeudamiento nacional antes de que sobrepase su límite actual, fijado en 14,29 billones de dólares.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ha dicho poco antes de iniciarse hoy otra reunión con el presidente en la Casa Blanca que las propuestas de Obama siguen siendo "inaceptables porque incluyen aumentos de impuestos". Boehner ha coincidido con Obama en que es necesario que se incremente el límite de empréstito autorizado por el Congreso, pero ha sostenido que ello debe reflejar "un entendimiento bipartidista sobre la necesidad de reducir el gasto del gobierno".

Dispuesto a aguantar las críticas

Obama ha declarado que está "preparado para aguantar muchas críticas" de su propio Partido Demócrata, y ha añadido que espera que "los republicanos también estén dispuestos, si es que realmente quieren lo que dicen que quieren". Ha subrayado, además, que, al igual que hoy, se reunirá "cada día mientras sea necesario" con dirigentes del Congreso hasta que se encuentre una solución.

Tradicionalmente, el Congreso ha revisado con tiempo el límite de la deuda, pero en este año preelectoral y de bajo crecimiento económico la cuestión se ha convertido en rehén de las luchas partidistas. Lo que está en disputa es qué mecanismos adoptará el Gobierno de Estados Unidos para reducir su déficit, que este año llegará a unos 1,2 billones de dólares.

De acuerdo con sus posiciones tradicionales, los republicanos quieren más cortes en los gastos sin que haya más impuestos, y los demócratas pretenden preservar los programas sociales y que paguen más los ricos.

Pero esta controversia anual se combina ahora con la proximidad del límite del endeudamiento. Estados Unidos es uno de los pocos países del mundo cuyo nivel de endeudamiento ha de ser autorizado por el Congreso, y a ese límite se llegará el 2 de agosto. La posibilidad de que la primera economía del mundo suspenda pagos, aunque sólo sea días o semanas, resulta inimaginable en todos los círculos financieros.

El peso del 'Tea Party'

Los republicanos, espoleados por el movimiento ciudadano 'Tea Party' que forma su ala más militante en la Cámara de Representantes, se oponen a aprobar un incremento de la deuda autorizada si no obtienen lo que quieren en materia de recortes del gasto público.

Como ha recordado hoy Obama, EE UU nunca ha dejado de pagar sus deudas y por ahora, aunque quedan apenas tres semanas para que venza el plazo, los mercados financieros no muestran demasiadas aprehensiones por una eventual suspensión de pagos.

Obama ha instado a los republicanos a que sigan "apuntando a un plan grande", refiriéndose a su propuesta de recortar el déficit en unos cuatro billones de dólares a lo largo de la próxima década. El programa de Obama incluye reducción de gastos del Gobierno, pero también un aumento de impuestos. Los republicanos han jurado -literalmente- que no aceptarán nuevos impuestos y siguen bregando por más recortes en partidas como el Seguro Social y los de subsidios de gastos médicos para pobres y ancianos que son, como los ha descrito Obama, "vacas sagradas" para los demócratas.

El presidente ha dicho también, respecto al límite de endeudamiento, que no aceptará acuerdos provisionales que posterguen el plazo por 30, 90 ó 180 días, y ha sostenido que "sería irresponsable que sigamos postergando el aumento. Esto es Estados Unidos, no manejamos nuestros asuntos por incrementos de tres meses".

"Tenemos un imperativo moral de lidiar con la deuda y con el déficit, y eso lo hemos escuchado una y otra vez de los republicanos", ha remarcado Obama. "Si no es ahora, ¿cuándo?", se ha preguntado varias veces el presidente estadounidense, dado que dentro de seis meses escasas comenzará la carrera para las elecciones presidenciales de 2012. "Un acuerdo requerirá que tanto demócratas como republicanos cedan un poco en lo que han sido sus principios intocables, desde los impuestos a los programas sociales", ha explicado. "Pero lo que yo no puedo aceptar y no aceptaré es un acuerdo en el que cedamos todo y no obtengamos nada", ha añadido. El presidente ha subrayado que "si cada parte quiere quedarse con el cien por cien de lo que son sus presupuestos ideológicos, no obtendremos un acuerdo".