intervención en libia

La OTAN acusa a Gadafi de desplegar francotiradores en las mezquitas para atacar a los civiles

El jefe de la misión aliada manifiesta su preocupación por la situación humanitaria en Misrata

OTTAWA/LONDRES Actualizado: Guardar
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El jefe de la misión de la OTAN en Libia, el teniente general Charles Bouchard, ha acusado a las fuerzas del mandatario, Muamar Gadafi, de cargar contra la población civil desde las azoteas de las mezquitas en Misrata, escenario de los combates entre tropas gubernamentales y rebeldes.

"Las fuerzas del régimen han desplegado a francotiradores sobre las mezquitas, se están escondiendo junto a los hospitales, mantienen sus vehículos armados en las escuelas y, de hecho, se han quitado los uniformes", ha apuntado Bouchard a la televisión estatal de su país natal, Canadá.

Bouchard cree que estas tácticas son "deshonestas" e "inmorales". Además ha mostrado su preocupación por la situación humanitaria en Misrata. "Hay sufrimiento, pero puedo asegurarle una cosa: el sufrimiento habría sido mucho mayor si no estuviéramos ahí (...) Los muertos serían miles", ha dicho en referencia a la coalición internacional.

Misrata, la tercera ciudad más grande de Libia, se encuentra sitiada desde hace siete semanas por el Ejército de Gadafi. Las víctimas mortales se cuentan por cientos y son al menos mil los heridos registrados. Los rebeldes han asegurado que las fuerzas gubernamentales emplean bombas de racimo en la ciudad, pese a la prohibición internacional establecida en este sentido.

La situación en Misrata se ha agravado tanto que el ministro británico de Desarrollo Internacional, Andrew Mitchell, ha anunciado que Reino Unido va a financiar un programa de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) destinado a evacuar a cerca de 5.000 trabajadores extranjeros que han llegado al puerto de esa localidad y pretenden abandonar Libia.

La ayuda británica contempla también la financiación de suministros y equipos médicos para ayudar a los damnificados en el oeste del país, controlado por el régimen de Gadafi. Se trata de un plan dirigido por los Cuerpos Médicos Internacionales (IMC).

El régimen mantiene su tono desafiante

Mientras tanto, Saif al Islam, hijo y considerado hasta ahora el sucesor de Gadafi, ha reiterado en una entrevista concedida al diario 'The Washington Post' que el régimen no ha "cometido ningún crimen" contra sus ciudadanos y que no está matando a civiles sino persiguiendo a "terroristas". Con el tono desafiante que ha marcado las declaraciones de la familia de Gadafi desde que se iniciaron las protestas en Libia, ha indicado que la operación militar internacional se basa en nada más que en "rumores" y que es resultado de una "gran conspiración".

"Es exactamente lo que ocurrió con las armas de destrucción masiva. Armas de destrucción masiva, armas de destrucción masiva, armas de destrucción masiva, ve y ataca Irak. Ahora es civiles, civiles, civiles, ve y ataca Libia. Es lo mismo, se repite la historia", ha comentado.

A la pregunta de si ocurrieron errores y las fuerzas han disparado contra ciudadanos libios, el hijo de Gadafi admite que "una, dos, tres, 10, 20, 30 personas quizás" murieron, probablemente por "accidente", pero "nunca hubo ninguna intención" de matarlas y que no se puede hablar de miles de civiles muertos. "Hay una gran diferencia entre dos o tres y dos o tres mil" personas muertas, ha subrayado.

El hijo de Gadafi ha resaltado que el asedio contra Misrata no tiene como fin atacar a los civiles sino perseguir a terroristas. Alega que lo mismo ocurrió en Libia cuando las fuerzas atacaron varios distritos en Trípoli para luchar contra el grupo integrista "Jund al Sham", cuando Rusia bombardeó en el marco de su operación antiterrorista Grozni, la capital de Chechenia o cuando EEUU asaltó Faluya, plaza fuerte de los seguidores de Sadam Hussein. "Uno no lucha contra o mata a civiles inocentes, porque hacer eso no le interesa a nadie, pero los terroristas están ahí", ha remachado.