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Vídeo: Las collas del contrabando tampoco descansan en pandemia

El alijo de tabaco no se frena durante el Estado de Alarma. Ocho embarcaciones fueron interceptadas cuando intentaban volver a la costa

M. A.

Durante las semanas en los que se ha ido prorrogando el Estado de Alarma decretado por la alerta sanitaria no ha quedado ninguna duda de que los que se dedican a traficar, sea con lo que sea, no han frenado en sus actividades ilícitas . En ocasiones lo han podido tener más difícil, debido a una mayor presencia policial en los controles, o también han arriesgado más, pero no han parado de intentarlo.

Así lo demuestra de nuevo unas imágenes a las que ha tenido acceso este periódico en las que se ve como una pequeña lancha es perseguida a toda velocidad por una auxiliar y otra patrullera de la Guardia Civil en aguas del Campo de Gibraltar, en San Roque. No paran en ningún momento. De hecho llegan a tocar la orilla y sus ocupantes salen corriendo.

Según fuentes consultadas, no fue la única que lo intentó ese mismo día. El pasado lunes. Al parecer eran tabaqueros que al volver de alijar de noche fueron sorprendidos a su regreso a tierra aunque ya marchaban de vuelta con sus pequeñas lanchas vacías. Se intervinieron ocho de estas embarcaciones, conocidas en la comarca como 'piojitos': pequeñas, manejables, veloces y complicadas de dar caza. Se pudo detener al menos a una persona. En esta actuación de la Guardia Civil intervino además Policía Local.

Un contrabando «de siempre»

Con cierta aceptación social, el contrabando de tabaco ha sido siempre una realidad en la frontera sur de Europa. Es cierto que la figura del matutero que se busca la vida yendo a Gibraltar a por pequeñas cantidades de tabaco para revenderlo en suelo español continúa pero ahora también convive con otros 'profesionales' que se han sumado a este negocio y que cuenta con toda una logística y estructura detrás (muchos de ellos llegados o regresados del hachís).

Se organizan en collas y, como con el narcotráfico, cada uno asume un papel concreto. Hay quien se lanza al agua, quien lo intenta por la verja o quien colabora escondiendo cajas en su propia casa o garaje. Además están los porteadores que son normalmente jóvenes que esperan en la frontera para cargar el coche y marchar con la mercancía para distribuirla por diferentes puntos del país. O los que prefieren cargar en sus motos y salir corriendo hacia el punto acordado.

Pero es por mar por donde entran las grandes partidas de este tabaco 'libre de impuestos' . Las playas linenses, sobre todo las del levante, son las más visitadas de madrugada por embarcaciones cargadas en dobles fondos forrados de cientos de cajetillas. Una misma playa la pueden estar trabajando distintas collas.

Otro punto caliente es el vallado que separa la Roca de España en La Línea. Tanto por poniente como por levante, por la que los contrabandistas saltan con cajas o medias cajas (más fáciles de enganchar). Luego huyen en ciclomotores, como norma general. Cada moto suele cargarse con dos cajas, rotas en medias.Una circunstancia que da muestra del elevado volumen que se maneja es que el tabaco ilegal ha bajado de precio ya que en algunos puntos las guarderías están demasiado llenas y hay excedente. De nuevo la ley de la oferta y la demanda.

Pero a pesar de todos estos entramados y obstáculos, la presión policial y el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra este contrabando no para. De ahí que las intervenciones contra este tipo de contrabando sean permanentes. Sin descanso.

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