Los relojes se atrasan

¿Tiene beneficios el cambio de hora de este domingo?

El debate sobre la rentabilidad de la medida permanece abierto en una provincia como la de Cádiz donde el sector turístico es uno de los de mayor peso económico

M. LANDETA

Si ayer sábado el Sol se hundía más allá de La Caleta a las 19:32 horas, hoy domingo el ocaso llega a Cádiz a las 18:32 horas . Sin embargo, los astros no han sucumbido al estrés de la sociedad actual ni han modificado la velocidad de sus movimientos. Hoy domingo, los españoles hemos dormido una hora más (o prolongado algo más la fiesta) pero el debate sobre la idoneidad del cambio de horario permanece más despierto que nunca.

Son numerosas las voces que se preguntan si el «horario de invierno», –que pretende aprovechar mejor las horas de luz solar para consumir menos electricidad –, tiene beneficios reales para el ciudadano, la industria o el turismo. Una polémica que adquiere mayor relevancia si se considera que Cádiz vende sus playas, su luz y que el turismo es uno de los sectores más importantes por su peso en la economía y en el empleo. La meteoróloga Mar Gómez considera que el cambio puede tener consecuencias «poco convenientes» ya que «muchos turistas europeos vienen huyendo de anocheceres tempranos» en sus países y se encuentran con un ajuste «que no les beneficia». La ausencia de luz solar es clave para el estado de ánimo pero además retrae y no incentiva para salir a la calle.

No es de la misma opinión Antonio del María , presidente de la patronal hostelera HORECA, que cree que es una medida que no repercute de manera reseñable en la hostelería «salvo los primeros días» cuando el reloj biológico aún se ha acostumbrado al cambio horario y la afluencia del público los locales es más temprana. Una eventualidad que se regulará en menos de una semana.

Para Jaime Ruiz , director de operaciones de City Sightseeing Cádiz, el bus turístico que ofrece un recorrido panorámico por la ciudad tampoco es demasiado relevante; en su caso, porque la empresa ya realizó la modificación de sus horarios y el servicio que ofrecen termina a las seis de la tarde, antes de que llegue el ocaso.

No por mucho madrugar...

La duración de un día depende del movimiento de rotación. La Tierra tarda 23 horas 56 minutos y 4 segundos en dar una vuelta completa sobre su eje a una velocidad de 1 700 kilómetros por hora. Sin embargo, la hora en que amanece si varía dependiendo de la longitud, respecto al meridiano de Greenwich , en que nos encontremos. Cuanto más al Este, más temprano amanece. Así, por ejemplo, los almerienses han recibido los primeros rayos solares a las 07.30 horas, mientras que en Cádiz el orto ha sido a las 07.45 horas.

Juan Antonio Fernández Ruiz-Henestrosa , Director del Comité para la divulgación de la Ciencia y el Espacio ( CODICE ), explica que antes de establecer Greenwich como meridiano cero internacional la mayoría de las marinas de la Europa continental usaban el meridiano de El Hierro , de las Canarias. Incluso Cádiz , en su época de mayor esplendor cuando la Real Casa de la Contratación se trasladó a la ciudad, contó con su propio meridiano que guió la flota española.

No siempre fue así

El cambio de hora es una medida destinada al ahorro de energía relativamente reciente. La idea, que surgió con la Primera Guerra Mundial, permitió destinar a fines bélicos el carbón que se usaba para alimentar las lámparas. Posteriormente, en 1974 con la primera crisis del petróleo , la medida se generaliza para aprovechar mejor la luz natural y disminuir el consumo de electricidad. Así, lo que en sus inicios fue una iniciativa voluntaria, ahora es una directiva de la Unión Europea de obligado cumplimiento para todos los países miembros.

Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la medida podría suponer un ahorro del 5% del consumo eléctrico y reduciría unos 300 millones de euros la factura de la luz. De esa cantidad, 90 millones corresponderían al gasto que se realiza en los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por casa. Los 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del sector terciario y en la industria.

Estas cifras son teóricas. Hay estudios que indican que, aunque la calefacción y las luces se apaguen antes, ese ahorro se acaba desperdiciando por las tardes. Lo importante, por lo tanto, sería modificar los «hábitos y rutinas de la población». Para Greenpeace el cambio de hora es una iniciativa positiva pero insuficiente: «Una parte importante de los edificios españoles son auténticos agujeros negros energéticos». Emplear bombillas de bajo consumo, instalar sensores que regulen la iluminación artificial y renovar las ventanas para evitar las fugas de calor son medidas que también se deben consolidar.

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