Medio Ambiente
Ecologistas en Acción inicia una campaña para frenar la poda de árboles en ciudades
Los expertos aseguran que esta práctica que se realiza cada año en las urbes supone una agresión que los desestabiliza poniendo en peligro su existencia
Agaden-Ecologistas en Acción y la Plataforma del árbol han iniciado una campaña de información a la ciudadanía para intentar frenar las podas de árboles en las ciudades ya que, según explican los especialistas, esta práctica que se lleva a cabo cada año en las urbes puede perjudicar las especies poniendo en peligro su existencia.
Según explican estas organizaciones ecologistas, los árboles que crecen en espacios urbanos proporcionan numerosos beneficios ya que producen el oxígeno que respiramos y contribuyen a la reducción del consumo energético . Añaden que «con sus grandes copas ofrecen sombra en verano y al perder las hojas en invierno permiten el paso del sol».
Asimismo, mejoran la calidad del aire al generar oxígeno y retener gases y partículas contaminantes en sus hojas; embellecen la ciudad con sus flores y cromatismo primaveral y otoñal; son refugio de biodiversidad para la fauna urbana, mantienen el suelo, regulan la humedad y contribuyen a la estabilidad del clima, conservan y mejoran la calidad ambiental del entorno urbano «haciendo que la percepción de la ciudad sea más confortable y agradable, contribuyendo a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas».
Desde Ecologistas en Acción y Plataforma del Árbol lamentan que «a pesar de todos los beneficios que nos proporciona el arbolado urbano, cada otoño, en algunas ciudades, se les somete a inexplicables prácticas arboricidas , cortándolos de forma indiscriminada, sufriendo una continua y recurrente agresión que los desestabiliza y poniendo en peligro su existencia». El resultado, a su juicio, es un aspecto desolador del arbolado, mermando el patrimonio arbóreo ciudadano y contribuyendo a su muerte y desaparición.
Los especialistas explican que podar un árbol consiste en eliminar una rama o parte de ella según unos criterios determinados, por unos motivos específicos y para conseguir una finalidad. Añaden que «es importante tener en cuenta que cortar ramas de manera arbitraria, no es podar » aclarando que la poda no es tarea fácil y que para efectuarla de manera correcta es necesario conocer la estructura, la biología, la especie y la historia del árbol junto con sus condicionantes físicos y climáticos. Insisten en que «la poda siempre debe ser realizada por profesionales expertos para garantizar que tengamos arboles sanos y seguros».
En opinión de estas organizaciones, los arboles urbanos no necesitan ser podados cada año ya que cuando se les despoja de grandes ramas que rebrotaran en primavera, «éstas se convierten en inseguras al crecer mal ancladas al tronco debilitándose poco a poco y acortándoles la vida».
Insisten en que «podar, cuando sea necesario, no es cortar ramas o desmochar los árboles, al contrario, es planificar la manera de alargar su vida y adecuar su crecimiento al ambiente urbano donde viven».
«Patético» legado de árboles
Esta costumbre, en su opinión, errónea « deja un legado patético de árboles mutilados, con grandes huecos y cicatrices, feos y contrahechos , lejos de conseguir los objetivos para los que fueron plantados de dar sombra y belleza».
Para Ecologistas en Acción y Plataforma del árbol, los arboles no son materia inerte, son seres vivos y hay que luchar contra la generalización de ésta práctica, para que no siga siendo una herramienta habitual de gestión del arbolado urbano.
Así, ya han solicitado reuniones con los responsables de Medio Ambiente de los ayuntamientos de San Fernando y Cádiz para intentar que se frene la poda anual y evitar que se deterioren o se pierdan más especies.
Además, también acudirán a los centros educativos para concienciar a los niños y a los adolescentes de la importancia de respetar los árboles en las ciudades.
