NUEVA VISIÓN. La infraestructura diseñada por Javier Manterola proporcionará una bella panorámica que permitirá todo el término municipal de Cádiz, de este a oeste y de norte a sur. / ANTONIO VÁZQUEZ
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Las obras de construcción del segundo puente crearán más de un millar de puestos de trabajo

El coste de la infraestructura es de casi 300 millones, el más alto de la historia de una obra civil en el país La ministra presenta hoy el proyecto en Cádiz y después hará balance del Gobierno en un acto socialista

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El impacto del segundo puente no habrá que esperarlo hasta su puesta en servicio. Los primeros efectos del gran proyecto de la Bahía se percibirán ya con las obras de construcción porque supondrán un revulsivo laboral y económico y generarán un mayor movimiento de mercancías y personas, sobre todo entre las dos plataformas logísticas que se instalarán en El Puerto de Santa María y el Bajo de la Cabezuela.

Éstas serán algunas de las valoraciones que se desprenderán hoy en la presentación de la infraestructura en Cádiz por parte de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que primero expondrá el proyecto en la Subdelegación del Gobierno y posteriormente presidirá un acto de balance de los dos años de Gobierno socialista, en el que explicará su influencia en la provincia. El denominado Puente de la Constitución de 1812 tendrá una longitud de cinco kilómetros, de los que 1,6 discurrirán sobre las aguas de la Bahía y el resto será un viaducto hasta el nudo del Río San Pedro. El coste será cercano a los 300 millones de euros, lo que le convierte en la obra civil de estas características más cara de España.

Economía inducida

La fabricación de esta estructura, que prevé iniciarse a lo largo de 2007, generará más de un millar de puestos de trabajo en la Bahía durante todo el proceso, según las estimaciones de ingenieros cercanos al proyecto, y la mayor concentración de mano de obra podría darse cuando la construcción alcancé un grado de ejecución de «entre el 30% y el 40%».

Ésta es sólo la repercusión en términos de empleos directos, pero el puente también supondrá un crecimiento inducido de sectores como el transporte, por el traslado de materiales; la hostelería, por la llegada de técnicos y operarios del resto del país y del exterior; y, sobre todo, de la industria auxiliar del metal y de grandes empresas vinculadas a este tipo de proyectos como Dragados Offshore, que tienen gran expectación de participar en las obras.

Según las mismas fuentes expertas, la mano de obra local no podrá estar presente en todas las fases de la fabricación de la estructura, ya que algunas de las intervenciones requerirán de personal especializado e, incluso, de refuerzos extranjeros por su extraordinaria complejidad. Pese a estas limitaciones, las subcontratas que actualmente prestan sus servicios a compañías como Navantia o a constructoras podrán participar de manera directa en la urbanización del acceso a la capital por la rotonda de Astilleros (junto a El Corte Inglés) y en la reordenación de la circulación en el nudo del Río San Pedro. Además, aquéllas con experiencia en actividades offshore también podrán intervenir en la cimentación y el atirantado de los cables que sujetarán la infraestructura sobre las aguas de la Bahía.

En cambio, otras ejecuciones como el dragado de la canal, que, aunque todavía no cuenta con la Declaración de Impacto Ambiental positiva, podría realizarse paralelamente a la construcción del puente. Este apartado del proyecto, exigido por Navantia y complementario al tramo móvil que permitirá el paso de grandes barcos, no podrán asumirlo empresas nacionales por sus grandes proporciones (dos millones de metros cúbicos de lecho marino) y deberá adjudicarse a firmas holandesas o belgas, que son las mayores especializadas en este tipo de obras.

Pasos de la ejecución

Respecto al orden de la ejecución, la primera fase en estos proyectos es la de cimentación y pilotaje, que necesitan de apoyos como una pontona, para el transporte de las estructuras, y una gran máquina para hincar los pilotes y perforar el terreno. Paralelamente se puede desarrollar la fabricación de las estructuras metálicas y vigas de hormigón y, según las fuentes consultadas, la urbanización podría realizarse a la vez en ambos extremos de la Bahía y a la vez que se colocan estas primeras partes de la infraestructura.

A continuación comienza el anclaje de las pilas sobre el mar y tierra y después el asentamiento de los tableros, que también podría realizarse simultáneamente a los dos lados. Éste podría ser el momento de más actividad, por la confluencia de varios frentes de trabajo, mientras que la parte más compleja será la instalación de los tableros móviles y el atirantado de los cables. La última fase será la urbanización del puente y la instalación de elementos como barandillas o iluminación.