La vista de una ciudad entre dos aguas

El Puente de la Constitución de 1812 renovará por completo la imagen de la Bahía y la colocará a la vanguardia de la ingeniería no sólo de España, sino de Europa y el mundo, donde se codeará con grandes infraestructuras como los puentes de Normandía o el mismo Golden Gate. La imagen que deparará la estructura será colosal tanto por su esbeltez como por que proporcionará una nueva panorámica de la capital que llenará de mayor orgullo a los gaditanos.

El puente permitirá obtener una panorámica completa de Cádiz de este a oeste, y también de norte a sur, ya que en su punto más alto, donde el gálibo alcanza los 76,8 metros, se podrá apreciar la fina lengua de tierra que es la ciudad y podrán verse ambas orillas: el litoral abierto al Océano Atlántico y la costa interior de la Bahía, tal y como puede apreciarse en la imagen tomada a esta misma altura desde la torre de Sevillana Eléctrica situada en el muelle del Bajo de la Cabezuela.

Junto a la Cabezuela

Esta localización más elevada no estará en el centro de la Bahía, ya que la incorporación de un tramo móvil para permitir el paso de grandes barcos y la falta de espacio en la entrada a la ciudad hacen que la parte más alta esté más cercana al extremo puertorrealeño e, incluso, una de las dos pilas principales de la infraestructura estará apoyada en suelo de la Cabezuela, a sólo cien metros de distancia del cantil del muelle.

La nueva panorámica de la ciudad se apreciará además después de recorrer más de tres kilómetros de un viaducto que arrancará en el Río San Pedro y que se elevará junto a este vecindario y sobre el polígono puertorrealeño haciendo una leve curva para enfilar ya en línea recta el último tramo antes del puente. La estructura descansará sobre pilares, de forma que circule el tráfico por debajo, salvo en un espacio de sólo 300 metros en la entrada de la Cabezuela.