El Pleno del Ayuntamiento de Cádiz parece incapaz de llegar a entendimientos hasta el momento
El Pleno del Ayuntamiento de Cádiz parece incapaz de llegar a entendimientos hasta el momento - F. J.
POLÍTICA

Un partido de tenis en el Ayuntamiento de Cádiz

La falta de transparencia sobre la deuda alimenta el enfrentamiento partidista en el Consistorio

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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«Un partido de tenis», eso es lo que se está viendo en los últimos días en el Ayuntamiento de Cádiz, según el portavoz de Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao.

La deuda es el centro de la polémica de la semana. La reducción de la misma, más exactamente, es la excusa para otro enfrentamiento político que difícilmente va a servir para algo a los gaditanos. Obviamente afecta a la vida cotidiana que haya más o menos deuda, más o menos capacidad para seguir endeudándose, más o menos liquidez para pagar a los proveedores, pero debatir sobre tecnicismos, sobre unos números que bailan hasta marear al espectador, no va a conducir a nada más que a enturbiar las ya revueltas aguas del Consistorio gaditano.

A finales de la pasada semana los dos principales partidos de la oposición coincidían en poner en duda la reducción de la deuda municipal de la que presume el equipo de Gobierno. Pero lo hacía con especial vigor después de que el candidato de Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, defendiera en el debate televisado con otros candidatos la gestión del equipo de Gobierno gaditano. Fue entonces y no antes cuando PSOE y PP se precipitaron a denunciar las «mentiras» del alcalde y su equipo en materia económica.

Mientras que el portavoz del PP, Ignacio Romaní, aún poniendo en duda los datos defendidos por el concejal de Hacienda y Deuda, David Navarro, se mostraba prudente solicitando a la Intervención municipal un informe oficial sobre la situación de la deuda a la fecha actual, el edil socialista Juan Cantero decidía entrar en tromba al ataque con graves acusaciones a Navarro en base, decía, a unas conversaciones mantenidas con los técnicos municipales.

Ambos se basaban en su ataque al equipo de Gobierno en los datos oficiales de las liquidaciones que las entidades locales tienen que enviar trimestralmente al Ministerio de Hacienda. Ahí aparece el único dato objetivo irrefutable hasta el momento, que dice que del segundo trimestre de 2015 al tercero la deuda se ha reducido en un millón de euros.

Aún así, el concejal David Navarro, el único que hasta el momento ha dado la cara públicamente respecto a este tema, habida cuenta de la poca presencia en la ciudad del alcalde en los últimos días, insiste en que la oposición está aportando datos «sesgados», ya que la mayor reducción de la deuda se habría producido en los meses de octubre y noviembre y de eso, dice, es imposible que la oposición tenga papeles. El problema para él es que esos papeles, las pruebas físicas de que lo que dice es verdad, no aparecen por ningún lado.

Podemos ha basado sus afirmaciones en los últimos días en una serie de tablas con datos prácticamente imposibles de descifrar para el ciudadano de a pie y en unos cuadros en los que se hace referencia a la deuda anterior y a la actual. Esos cuadros son de elaboración propia, sin sello ni firma técnica que acrediten que son ciertos.

Todo esto hace que al final la economía gaditana se esté convirtiendo prácticamente en una cuestión de fe. Los gaditanos se creerán una versión u otra dependiendo de sus afinidades políticas, pero difícilmente pueden obtener un retrato completo y objetivo de lo que está pasando. ¿Y por qué? Pues porque por mucho que se predique, la transparencia prometida por el tándem Podemos-Ganemos en su llegada a San Juan de Dios no es de momento más que una página web con contenido limitado y desactualizado.

Efectivamente, basta con echar un vistazo al portal municipal para darse cuenta de que los datos a los que unos y otros hacen referencia sobre la reducción de la deuda no aparecen. Pero hay algo aún más preocupante, la información, la comunicación, no fluye ni siquiera entre quienes deben manejar los datos. Probado queda que ni siquiera en un tema tan crucial como la economía de la ciudad los partidos con representación en el Ayuntamiento de Cádiz son capaces de sentarse a hablar. Si unos dudan de los otros, ¿por qué no se sientan a la mesa y se piden explicaciones antes de alarmar a toda una ciudad? ¿Por qué el gobierno local no cumple con su compromiso de informar a todos los gaditanos de qué destino tiene cada euro que sale de las arcas municipales?

Estrategias

El interés partidista ante la proximidad de las elecciones generales del próximo domingo 20 de diciembre parece ser la clave. La oposición no piensa permitir que Podemos gane votos a costa de la gestión que está haciendo en Cádiz y que Pablo Iglesias está proclamando en prime time. La estrategia hasta el momento ha sido justo la contraria: el bloqueo sistemático a cualquier gestión para demostrar la incapacidad para gobernar no ya una ciudad, sino por extensión un país. Y por otro lado, Podemos insiste en su discurso victimista del todos contra mí. Tendría una oportunidad pintiparada la formación morada para sacar pecho y demostrar que la reducción de la deuda es real, pero no hay papeles que lo demuestren. Si al final ha sido un engaño o un error, la afirmación ya habrá calado en un buen número de posibles votantes cuando la verdad aflore. Si tienen los datos de su lado y no hacen un ejercicio de transparencia enseñando los papeles que lo acrediten esperando a darle el correspondiente «zas» a quienes los ponen en duda, aguardando el momento que les pueda aportar un mayor rédito electoral, están jugando con una estrategia que poco tiene que ver con los intereses de los gaditanos.

Se trata de un juego peligroso que no es exclusivo del tema de la deuda. También se acaba de anunciar la interposición de una querella por parte del PP contra David Navarro por unas supuestas declaraciones del edil diciendo que el anterior gobierno de Teófila Martínez se había gastado 4,2 millones en publicidad en solo 6 meses en el año 2011. Navarro insiste en que se ratifica en sus palabras y que incluso aportará la grabación de sus declaraciones en el juzgado. «Entonces veremos quién tiene que disculparse con quién», decía el pasado viernes. Si insinúa que el medio que publicó la información ha tergiversado o malinterpretado sus palabras está tardando en aclarar que esos datos nunca salieron de su boca. Estaría usando en ese caso la misma estrategia del emponzoñamiento, dejando que una mentira siga rodando y dejando un poso difícil de borrar. Todo eso en lugar de decir, simplemente, que esos datos nunca salieron de su boca. En caso de que las afirmaciones se produjeran en los términos publicados, nuevamente lo que acabaría con los enfrentamientos estériles sería sacar los contratos con los medios en cuestión.

De momento, LA VOZ ha conseguido que el concejal de Deuda diseccione las operaciones con las que se justificaría la reducción del débito con bancos y proveedores en diez millones de euros. Explica Navarro que durante los dos últimos meses «se ha pagado a más proveedores y se ha cancelado una parte de la deuda financiera». Concretamente, los números que defiende son un pago de unos 4 millones de euros a los bancos con los que se tienen contratados diversos préstamos –en ningún caso correspondientes a los créditos ICO concedidos en los distintos planes de pago a proveedores, puesto que durante 2015 se consiguió una carencia por parte del Ministerio de Hacienda que ha prorrogado el plazo de pago de intereses y capital a los años venideros, por lo que en 2015 no se está pagando nada por este concepto– y además se habría pagado la cifra de 8.291.000 a proveedores municipales.

Se habría firmado ya otra operación de pago a una entidad bancaria de otros 4 millones de euros, pero al aún no haber sido ejecutado el pago no se incluye esa cantidad en la reducción efectiva de la deuda a fecha de hoy. El cuadre de la cifra hasta llegar a los 9.876.000 euros en que se habría reducido la deuda se justifica porque también se han hecho inversiones referentes a las compras necesarias para el correcto funcionamiento del Consistorio.

Sobre la liquidez necesaria para realizar estas operaciones, desde la Delegación de Hacienda se afirma que se dispone del dinero procedente del cobro de impuestos, con especial relevancia de las transferencias de la Participación en los Impuestos del Estado (PIE) y también con un ahorro generalizado en los gastos corrientes del Ayuntamiento.

Son datos que poco tienen de criticables, pero nuevamente se transmiten sin aportar la documentación que los respalde. Por eso es imposible certificar que sean ciertos.

Falta por tanto transparencia –antes no había mucha más, pero tampoco se ganaban votos prometiéndola– y falta altura de miras, responsabilidad política de cara a una ciudad que exige una gestión eficiente de los recursos, tanto en el cumplimiento de las obligaciones con los bancos y los proveedores, como en el correcto uso del dinero disponible. Precisamente esa es una de las críticas más generalizadas en este momento. Parece que todos los ojos están puestos en la ingeniería financiera para cuadrar las cuentas, pero la ciudad también necesita inversiones. Dicen los colectivos vecinales que «no hay obras, los jardines están descuidados, las plazas sucias..., está todo paralizado». Porque al final el gaditano de a pie no es un estadista, sino un vecino que quiere a su ciudad viva.

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