Servitas se ha lucido con exornos y candelaria durante su paso
Servitas se ha lucido con exornos y candelaria durante su paso - f. jiménez
semana santa de cádiz

El último Viernes Santo

Servitas se despide de la noche de luto con una gran procesión

jesús cañas
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Estaba la Madre sola al pie de la Cruz en la luctuosa noche del Viernes Santo. Cristo había muerto, no hay luz y la Iglesia está huérfana. Los sagrarios estan vacíos; los retablos, desnudos; las Cruces, veladas. Y en esa tristeza de negro tan solo las lágrimas de la Virgen de los Dolores de Servitas (ver fotos) para llenar el vacío. Todo ello en un Viernes Santo en el que resultó que precisamente la Orden Seglar será la que dejará un vacío difícil de llenar.

Después del decreto del obispo, recibido el mismo Viernes de Dolores en la hermandad, los gaditanos sabían esta vez que sería la última oportunidad para ver al gran palio negro de la Virgen de los Dolores en la calle un Viernes Santo.

Por ello, la Señora Coronada estuvo acompañada en todo los puntos del recorrido por numeroso público. Todo ello, en un paisaje digno de admirar: un gran cortejo puesto en la calle, con gran compostura y detalles cofrades.

Ha sido la cuadrilla de José Julio Reyeros la encargada de dirigir el impresionante palio negro. Para la Virgen de los Dolores, tras una complicada maniobra de salida, ha sonado 'Virgen del Valle' como primera marcha de su recorrido. Un callejero de marchas marcado precisamente por la sobriedad, el luto y la elegancia.

También ha contribuido a ello el bello exorno floral, a base de calas y calas androvios, dispuestos en jarras cónicas. La Virgen ha lucido la saya con escapulario de la Coronación y el manto del siglo XVIII. Elegancia que ha lucido en cada esquina del recorrido de su último Viernes Santo.

Pero la jornada de luto en la Iglesia comenzó antes en la ciudad. Concretamente, el reloj aún no marcaba las seis de la tarde cuando Expiración (ver fotos) iniciaba su caminar desde la iglesia del Santo Ángel.

En la salida, intensos recuerdos para el desaparecido Manuel Montero, histórico miembro de la hermandad, que ayer fue recordado a cada minuto. Claveles sangre de toro para el Cristo y claveles blancos para el palio de la Virgen de la Victoria lució como exorno floral de un cortejo que lució como contrapunto festivo de la jornada. Francisco J. Vázquez fue el encargado de dirigir la cuadrilla del paso de misterio y José Antonio Moreno, la cuadrilla del palio. Ambos supieron dirigir el caminar de los pasos. Mientras, el cortejo lucía más de 200 penitentes en la hermandad más festiva de la jornada.

Mientras la Virgen de los Dolores salía de San Lorenzo, a la misma hora, Siete Palabras (ver fotos) ponía su cortejo en la calle desde la iglesia de la Merced. De destacar el esfuerzo de la hermandad por encontrar su sitio estético. Así, lucieron especialmente los candelabros dorados prestados en el paso de madera oscura al que le incorporaron cresterías y detalles cofrades. Igualmente, la hermandad decidió dar un nuevo carácter a la vestimenta de las imágenes, en una impronta distinta al de usanza hebrea habitual. La Banda de Cornetas y Tambores 'San Juan Evangelista' se encargó de poner los acordes a una salida que, eso sí, estuvo marcada por el escaso número de hermanos de fila.

Y la madrugada se acercaba, cuando el sol había desaparecido por completo, la ciudad se sumió en la oscuridad total con Buena Muerte. Silencio y oscuridad han marcado la salida desde San Agustín. Ante la corporación se ha dibujado un cortejo en total oscuridad, donde solo resaltaba la imponente talla del Cristo de la Buena Muerte y el gran trabajo estético que se está realizando en el palio de la Virgen del Mayor Dolor.

Crisantemos blancos han exornado el palio, en el que ya se vislumbra el futuro bordado de los corbatines del palio. Ambos pasos iniciaron su caminar con unas cuadrillas que han sabido imprimir ese carácter al caminar de los pasos.

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