Busto del mítico cantaor jerezano. :: LA VOZ
LA VOZ DE LA CONCIENCIA

Con Antonio Chacón en el corazón

Todos ellos aseguran que dejó un legado insuperable porque ha sido el mejor cantaor de la historiaVoces autorizadas del flamenco encumbran al artista jerezano fallecido hace 81 años

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El día 21 de enero se cumplieron 81 años del fallecimiento de nuestro paisano D. Antonio Chacón, el mejor cantaor de todos los tiempos, quien naciera en la calle Sol nº 60, aunque la voz popular o los historicistas dijeran que fue en la calle Cazón. Zapatero remendón de oficio, fue el prodigio mayor que haya dado Jerez a la historia del cante. Ha sido y será el cantaor más importante que ha existido. No lo dicen unos cuantos aficionados, sino que son incontables los historiadores, flamencólogos y biógrafos los que lo afirman y lo han dejado escrito. También lo confirman los cantaores contemporáneos, artistas y compañeros que lo conocieron y actuaron con él.

Valoraciones

Ramón Montoya, su tocaor durante 15 años dejo dicho: «Antonio Chacón ha sido el cantaor más grande que ha dado España. Era capaz de comenzar a cantar a las 8 de la noche y seguir hasta el día siguiente a la misma hora, con el mismo entusiasmo y eficacia».

Juan Mojama seguidor de su escuela que siempre manifestó su reconocimiento y gratitud al maestro. Cuando se ponía a gusto y gozaba en su plenitud de la juerga, bebía champán y brindaba por sus muertos y por el mejor de los nacíos: D. Antonio Chacón.

Julián Gayarre, el célebre tenor español, indicó que «Antonio, pasa usted por los tonos sin romperlos, si usted quiere, le pago la carrera de tenor».

Javier Molina dijo de él: «¿Quién cree usted que fuera el mejor maestro? Cantaores buenos había muchos, pero el mejor era D. Antonio Chacón, porque era el más completo de cuantos he conocido».

Manolo de Huelva, el gran guitarrista de su época, que estuviera con él, lo escuchara y le tocara en numerosas ocasiones, también dijo de él: «Siento gran admiración por Chacón, no tenía límites, era intenso en todos los cantes y, aunque su fuerte fueran las Malagueñas y las Granaínas, cuando le metía mano al cante era una biblia».

Tío Borrico, Gregorio Fernández, dijo: «Yo lo escuché en una de sus últimas actuaciones en la Plaza de Toros de Jerez; para mí ha sido el cantaor más grande de todos los tiempos y el padre del cante flamenco». Fernando de Triana dejó dicho: «Su voz era de una melodía extraordinaria, su modulación facilísima y, tanto las notas graves, como las agudas, las ejecutaba con una sonoridad encantadora».

La Niña de los Peines, Pastora Pavón, la que fuera más grande y larga de las cantaoras de todos los tiempos dejó su testimonio sobre Chacón diciendo: «Fue un artista que dejó una huella en la conversación de la dicción flamenca y luchó denodadamente contra el mal gusto del gran público que por aquellos tiempos asistía a los teatros de variedades. Sufrió mucho en los últimos años de su vida porque fue frecuentemente silbado al no querer adaptarse a las modernidades que iban corrompiendo el arte flamenco».

Manolo Cano, otro excelente guitarrista, estudioso concertista y gran aficionado al cante, dijo: «A Antonio Chacón el pueblo le puso el Don por algo y fue, por su magisterio, sabiduría y entrega al propio arte, el que decía a golpe de su corazón. Su voz inimitable era inigualable en cualquiera de los estilos».

Julio Romero de Torres, el gran pintor cordobés, dijo: «Fue el Rey, al que la gente de la noche y de la fiesta se inclinaba y le llamaba respetuosamente Don Antonio Chacón. Era el único que cantaba en el silencio de la juerga».

Reconocimiento

Tras estos relatos, con los que hemos querido recordar la historia de este importante artista jerezano, recogiendo para ello la opinión que de él tenían sus compañeros de escenarios, amigos y aficionados de la época; hoy, a través de esta Voz de la Conciencia también queremos pulsar a sus paisanos para que, aunando fuerzas, pidamos a nuestros garantes se vuelva a colocar el busto de este colosal cantaor en algún rincón de su barrio, sumándose a aquellos otros que como él forman parte de nuestro patrimonio cultural.

En esta proposición, creemos puede jugar un papel esencial la Federación de Peñas Flamencas Jerezanas, la que, a través de su presidente Diego Suarez debe instar al Ayuntamiento a localizar el busto del cantaor que en tiempos estuvo colocado en la calle San Agustín y que, desde que ésta se remozó con una rotonda, anda desaparecido.

No se sabe si permanece guardado en uno de los almacenes del Consistorio para el reciclado de los restos de materiales de obra o en otro inimaginable lugar en el que, de bien escondido que está no se ha podido encontrar, a pesar de haberse buscado en varias ocasiones.

Esté donde esté, es necesario encontrarlo para que pueda ser expuesto de nuevo, pero eso sí, en el corazón del barrio, en sitio más próximo a sus calles Sol y Cazón, quizá en el arrellano de esta última, no desde luego en San Agustín, en donde se encontraba un tanto desubicado de su lugar de nacencia.

De ser así vendría a sumarse a ese manantial de arte flamenco único en el mundo que es la Plazuela, en donde volvería a ocupar el patriarcado que le corresponde rodeado de sus vecinos: Manuel Torre, La Paquera, Lola Flores, Parrilla de Jerez y otros más como Juan Mojama, Juan Jambre, el viejo Agujetas, Tío Juane, etc. a los que Jerez les debe la deferencia de perpetuar su memoria.