Leandro Gioda intenta rematar de cabeza ante el central maño Pulido. :: lof
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Suazo no inquietó la altitud de Leandro

Sin problemas en la zaga, Gioda y Vicente Moreno pararon las embestidas del delantero chileno del cuadro maño El zaguero argentino del Xerez se mantuvo serio durante todo el partido

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Mala tarde para pescar en aguas revueltas, pensaría ayer José Aurelio Gay. El técnico madrileño del Zaragoza apostó por Humberto Suazo para vencer a un débil colista, aunque el tiró salió por la culata debido al gran papel realizado por la zaga azulina, liderada por Leandro Gioda.

La tarde comenzó fría en el ambiente, aunque muy caliente sobre el terreno de juego. Humberto Suazo, el 'Chupete', se estrenaba con su nuevo equipo y comenzaba su calentamiento particular de cara al Mundial de Sudáfrica. El chileno quiere coger competitividad lejos de México y eligió a un Zaragoza necesitado de goles. Por otro lado, Leandro Gioda tenía ayer la primera de las cuatro oportunidades para terminar de convencer a Gorosito, al que ya conoce de Lanús.

Se jugaban mucho el delantero y el zaguero en la tarde de ayer y por eso la precipitación se apoderó de ellos en los primeros minutos. Suazo no podía quejarse. En su puesta de largo Gay dispuso de toda su artillería acompañando al chileno. Jorge López, Lafita, Eliseu y Ander facilitaban de balones al artillero que tuvo que esperar a la media hora para realizar su primer remate a puerta, aunque su disparo chocó en las piernas de un compañero.

También puso toda la carne en el asador Leandro. El argentino compartió zaga con Moreno en una defensa muy parecida a la de los bolos de pretemporada y comenzó con nervios ante los arreones locales. Bien posicionado, eso sí, aunque precipitado en sus acciones por momentos. El 5 del Xerez es un seguro de vida por alto, aunque se muestra demasiado inseguro a la hora de ir a ras de suelo. Se le va más suelto sobre el verde, aunque no termina de explotar.

Pero Suazo no podía con Leandro, ni con Moreno, y terminó en el banquillo sin inquietar a Renan. Mal debut y tranquilidad relativa en la defensa xerecista. Y es que el estar tanto tiempo con un jugador menos terminó afectando a todo el equipo, y Leandro no iba a ser menos. La entrada de Arizmendi puso en aprietos al azulino, aunque haciendo de tripas corazón se puso fin al encuentro sin recibir ningún gol.