Opinion

55 Mujeres

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Es el número de víctimas que a manos de sus maridos, compañeros o novios murieron asesinadas a lo largo del pasado año. Existen casos de lo contrario. Pocos son pero haberlos hay, hombres que mueren, son chantajeados o maltratados psicológicamente por las mujeres. O que, para beneficios dudosos, ponen denuncias falsas a sus parejas. Esto hace que, en ocasiones, tengan problemas para ver a sus hijos, para recogerlos o entregarlos a sus casas. Dicho esto, no quiero ni debo comparar, pues ni de lejos se aproximan a estas cifras escalofriantes de cada mes o cada año. Ni al sufrimiento que vienen padeciendo muchas mujeres. Historias que nunca saldrán a la luz, porque jamás serán denunciadas, pero que viven en un infierno, en una condenación de la que no saben o no pueden salir, por esa dependencia emocional, económica o vaya usted a saber qué.

Queridos lectores, nosotros podemos colaborar no siendo cómplices de un silencio o del miedo. Hay un teléfono que deberíamos memorizar en el móvil; es el 016. Nunca se sabe cómo o cuando podríamos ayudar. Y a partir de ahí todo es suerte. Suerte pues, aunque descendió el número de víctimas, aumentó el número de las que, previamente, habían interpuesto denuncias. Los agresores tenían orden de alejamiento, más no la llevaron a la práctica.

Cabe apuntar entonces que se ha avanzado mucho en la lucha contra la violencia de género y que se están haciendo bien las cosas. Pero a la vista está que hay otras que deben mejorar. ¿Quién vigila que se cumpla esa orden? ¿Cómo impedir que el ese sujeto no se acerque a ella?

Esperanza, dice la ministra Aído, «hay motivos para la esperanza». Claro, pero luego la realidad supera esos deseos compartidos. En pleno siglo XXI, habiendo entrado en la segunda década del 2000, todavía hay que seguir educando en la igualdad: en las escuelas, en casa, en los oficios... y en la televisión.

Sí, en las imágenes hay mucho que hacer por esa igualdad, también desde los comportamientos de las propias mujeres. Sólo así podremos aproximarnos un poco más a la esperanza.