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El miedo empuja a cientos de inmigrantes a huir de Calabria

Otro trabajador extranjero resulta herido de bala tras los choques con los vecinos iniciados el jueves en una localidad del sur de Italia

ROMA. Actualizado: Guardar
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Los graves disturbios que se iniciaron el jueves en la localidad calabresa de Rosarno, en el sur de Italia, por enfrentamientos entre inmigrantes y vecinos, se incendiaron ayer todavía más al resultar alcanzado por disparos otro joven de nacionalidad africana. Según informaron fuentes policiales, el inmigrante fue herido por varios disparos efectuados con una escopeta de perdigones desde un vehículo en un terreno del municipio de Gioia Tauro.

Esta nueva víctima se suma a los otras dos que resultaron heridas el viernes también por arma de fuego. El último afectado fue trasladado a un hospital con lesiones en las piernas y un brazo, aunque su estado de salud no reviste gravedad. Los 'carabinieri' investigan los hechos, que apuntan en la dirección de la «caza al inmigrante» con la que la prensa italiana ha definido los altercados de Rosarno y que llegaron después de una noche tranquila en la que se produjeron los primeros traslados de extranjeros a otros lugares.

Los medios de comunicación informaron de que los vecinos que se echaron a las calles el viernes por la tarde ante las protestas de los inmigrantes siguen aún fuera de sus casas y hablaban de un nuevo inmigrante apaleado, cuyo estado no era grave.

El miedo y el clima agresivo que se vive en Rosarno ha llevado a muchos de estos extranjeros a solicitar su traslado voluntario a centros de acogida de otras localidades, fuera del lugar donde se ganaban la vida como jornaleros en el campo. La noche del viernes al menos unos 250 fueron trasladados desde las instalaciones de la antigua fábrica papelera de La Rognetta, donde se alojaban, al centro de acogida de Crotona, también dispuesto por las autoridades locales.

Ayer, dos nuevos autobuses partieron de Rosarno para trasladar a Crotone a más inmigrantes , en este caso algunos de los que vivían en la fábrica que gestionaba la antigua Opera Sila. El centro de primera acogida Santa Ana de Crotona, que tiene capacidad para 1.458 personas, alberga ya, según informan los medios italianos, a poco menos de mil inmigrantes , entre ellos los que llegaron desde Rosarno.

Los últimos datos oficiales destacaban que se habían producido 66 heridos, de ellos 19 agentes y 17 vecinos del lugar, como resultado de los altercados registrados desde la noche del jueves, que también han dejado ocho detenidos.

Los hechos comenzaron cuando varios cientos de inmigrantes, en su mayoría africanos y que trabajan como jornaleros, salieron a la calle para protestar después de que dos de ellos fueran atacados por unos desconocidos con un fusil de aire comprimido. Los desplazados vivían hacinados en condiciones infrahumanas en viejas fábricas abandonadas. Además la mayoría no tienen documentos y subsisten gracias a los alrededor de 25 euros que se les paga por una jornada de trabajo en el campo.