Los Reyes Magos ya no traen balones

La de ayer fue una mañana de Reyes más que silenciosa, lejos de aquellas en las que desde muy temprano resonaban las voces de los niños en la calle jugando con las pelotas de fútbol o dando paseos en la nueva bicicleta.

Tal vez fue culpa del mal tiempo, porque aunque la lluvia no apareció hasta la hora de comer por la mañana ya se asomaban algunos nubarrones. Pero lo más probable es que la responsable de la ausencia de niños en la calle después de la visita de Sus Majestades de Oriente fuera la renovación tecnológica que han sufrido en los últimos años las cartas que los más pequeños escriben a los Reyes Magos.

Ayer hubo pocas casas en las que bajo el árbol no hubieran dejado un 'Guitar Hero' o el 'Sing Star', con los que todos juegan a ser artistas; el archiconocido FIFA en su nueva versión 2010; la nueva Wii Fit Resort, para no dejar de moverte e incluso hacer un poco de ejercicio; o una de las estrellas de estas navidades, el 'Assassins Creed 2' con el que puedes convertirte en un asesino, codearte con Leonardo da Vinci y luchar en la Italia renacentista.

Sí había algunos corrillos de niños, pero demasiado estáticos y poco ruidosos. No en vano, casi todos jugaban moviendo los dedos frenéticamente y con las cabezas muy juntas, mirando de reojo la nueva PSP del vecino o la Nintendo DS que le habían echado al hermano mayor.

Eso sin olvidar los MP4, los DVD grabadores, los discos duros multimedia y todo el rosario de aparatos tecnológicos sin los que no se puede vivir hoy en día. Ni adultos ni pequeños.

Los juegos más tradicionales, ésos en los que no puede faltar la portería o la canasta, quedaron para los más románticos o los que aún son muy chicos para tanta tecla. Y es que los Reyes cada vez llegan cargados con menos balones de fútbol, pese a que hay pocas dudas de cuál es el deporte rey.

Lo mismo ocurría con los patinadores, que eran una escasa minoría, lo que facilitó a los pocos que se enfundaron las botas que pudieran campar a sus anchas por las calles jerezanas y hacer carreras a su antojo sin tener que compartir con nadie el recorrido.

A los chiquitines del hogar les siguen tirando los muñecos, las casitas y el universo Disney, ya sea en forma de películas en DVD o de muñecos, como los de 'Toy Story' que vuelven a estar de moda, o el coche de 'Cars' que tanto se ha vendido este año.

Un muestrario de todo ello, y algunas cosas más, era ayer la casa de la familia Cervera, en la que siete niños (Manolo, Guille, Santi, Javi, Ignacio, Jaime y Gonzalo) esperaron la llegada de los Reyes con impaciencia, bebidas y dulces, como mandan los cánones.

Una gran montaña de regalos-y sí, se adivinaba entre ellos un balón- esperaba a los miembros de esta numerosa familia en la que los padres, Manuel y Silvia, tuvieron que mirar cada céntimo para satisfacer los deseos de los niños, para los que el regalo estrella fue una perrita de apenas un mes a la que llamaron 'Duna'.

Pero no todo estuvo marcado por la tecnología, y en todos los hogares los adultos se intercambiaron los típicos botes de colonia o cremas, la ropa que nunca puede faltar, el dinero que se empleará bien en las rebajas y hasta alguno tiró la casa por la ventana y decidió regalar un viaje a Nueva York.

Lo que no faltó en casi ninguna casa fue el Roscón de Reyes, que el día 5 por la tarde voló de los mostradores de las pastelerías que ayer seguían abiertas ofreciendo el producto del día, pero en las que vendieron poco «porque ya todo el mundo lo tiene en casa», como explicaban ayer en la Rosa de Oro de la calle Consistorio.