De paseo y sin comprar

El frío no intimidó ayer a muchos jerezanos para darse un paseo por el centro pero parece que sí congeló la mano encargada de sacar la cartera y la dejó dentro del bolsillo bien abrigada. El último fin de semana antes de la Nochebuena no se caracterizó por una buena venta en las tiendas del centro y las caras de la mayoría de los comerciantes lo decían todo: mucha gente de paseo pero pocas compras.

«La mayoría no ha empezado todavía a comprar y el que sí lo está haciendo se lleva regalos de bajo precio y detallitos», dijo ayer el presidente de Asunico, Manuel García. De hecho, para este colectivo la campaña navideña ha arrancado con un 20% menos de venta que el año pasado. «No parece que estemos en Navidad y los días de lluvia han sido la puntilla que nos faltaba», continuó García.

A pesar del mal inicio de la campaña, los comerciantes confían en un repunte de las ventas en los próximos días, cuando se acerquen más las festividades. «Vamos a intentar llegar al mismo nivel que el año pasado», aseguró el representante de Asunico. Para eso, los comerciantes están ajustando mucho los precios e incluso ofreciendo suculentos descuentos impropios de estas fechas, todo con la intención de fomentar el consumo.

«Lo que se puede»

«La crisis afecta a todo el mundo. Al que está en paro, porque no puede comprar y al que está trabajando, porque le da miedo que le falte si se queda en el paro, tal y como está la cosa», dijo ayer Juan Carlos Durán que, acompañado por Manuel Peña, eran de los pocos que llevaban en la mañana de ayer algunas bolsas por el centro de la ciudad. «El presupuesto es más cortito que otros años y todos miramos más los precios», aseguraron poniendo como ejemplo unas zapatillas: «Las he visto en una tienda a 30 euros pero he mirado en otros sitios hasta que he comprado unas por diez», dijo Durán.

Si los clientes miran los precios, los comerciantes también lo hacen, como Koki Forno, de Kontiki, que asegura no haber pasado por una racha tan floja de ventas en los últimos 15 años: «Me he tenido que buscar la vida para traer productos más baratos sin perder calidad. Los meses de octubre y noviembre han sido horrorosos porque la gente todavía no ha empezado a comprar regalos. Antes contrataba a cuatro personas para Navidad y este año sólo he podido coger a dos», dijo.