El pasado mes de julio se aprobó el plan de saneamiento y el gobierno local dio los primeros pasos para elaborar el Plan de Viabilidad a largo plazo. :: ESTEBAN
Jerez

El Ayuntamiento necesitará al menos 25 años para acabar con los números rojos

El Plan de Viabilidad prevé recortar el gasto público entre 15 y 20 millones al año sin afectar a los servicios básicos

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Suprimir y reducir servicios básicos, reestructurar las empresas públicas, despidos, ajustes salariales y prever únicamente nuevas inversiones que sean financiadas por otras administraciones públicas o mediante venta de patrimonio. El Plan de Viabilidad del Ayuntamiento de Jerez, que debía haberse presentado después del verano, incluirá un considerable puñado de medidas contundentes y drásticas para sanear definitivamente su economía. La delicadísima situación financiera que atraviesa así lo recomienda. Los números no dejan lugar a la duda.

Este anunciado Plan de Viabilidad es el complemento necesario al plan de saneamiento financiero a seis años que se votó en el pleno municipal del pasado mes de julio, y se trata de un documento elaborado por una consultora externa que tiene miras a largo plazo y que pretende ser «completo, realista, asumible y sostenible».

Su principal objetivo está clarísimo: garantizar la total absorción de la deuda acumulada y obtener así el equilibrio financiero con el que en estos momentos el Consistorio sólo puede soñar. Claro que el camino no será fácil, ya que para eliminar para siempre el déficit municipal acumulado en Jerez harán falta al menos unos 25 años, como prevé el propio documento.

De hecho, el documento al que ha tenido acceso este medio estima razonable que el periodo de vigencia de este Plan de Viabilidad con el que se dejarán atrás los números rojos sea «similar al que ha originado la situación y que se puede estimar por encima de los 20 años». Sea como fuere, la duración de este periodo de 'absorción' vendrá determinada por las actuales tensiones de tesorería y la necesidad de evitar «un eventual colapso de las mismas».

Al hilo de lo anterior, el texto elaborado por la consultora también pone de relieve que «un periodo tan dilatado de aplicación requiere de un amplio consenso en torno a la necesidad y orientación del plan entre todas las fuerzas políticas susceptibles de gobernar», sin olvidar el apoyo de los agentes económicos y sociales y del resto de administraciones del Estado.

A la hora de poner en práctica este documento el Ayuntamiento de Jerez deberá tener en cuanto una serie de objetivos concretos que no sólo serán técnicos o económicos, sino que también tendrán «un marcado perfil político».

Y es que el plan tiene que asegurar la viabilidad de la institución bajo un enfoque realista de la capacidad del municipio para obtener y generar recursos. Pero además debe lograr el equilibrio financiero de forma progresiva y, por supuesto, debe asegurar la continuidad de la prestación de todos los servicios básicos para los ciudadanos.

Para ello, y con la intención de lograr revertir una complicada situación financiera fruto de varias décadas, el Plan de Viabilidad considera que hay que poner en marcha una serie de medidas que incidan en el control estricto del gasto y del endeudamiento, así como en el aumento de los ingresos.

Se trata de un conjunto de siete bloques de iniciativas que, una vez puestas en marcha, representarían un recorte efectivo del gasto público corriente de entre 15 y 20 millones de euros, lo que se mantendría de forma sostenida durante la vigencia del plan. Y todo ello sin menoscabar la prestación de los servicios básicos, que además deben mantener la misma calidad.

La primera medida del plan es la de ajuste y optimización de los servicios voluntarios, los que no son competencia de la Administración local pero ésta presta. Se estudiará otra modalidad en cooperación con la Administración competente.

También se abre la puerta a redimensionar y adecuar los servicios obligatorios, los que realizan las concesionarias (Cojetusa, Urbaser, etc.), y que deben prestarse con la misma calidad, pero con menos coste. Esto implicará sentarse con las empresas subcontratadas a estudiar los pliegos de condiciones. Del mismo modo, habrá que realizar un plan de reestructuración de las empresas municipales, que tienen un déficit importante en conjunto, y que deben unificar compras y recursos humanos.

El tercer punto es uno de los que más polémica ha creado, y se centra en el ajuste de la plantilla a las necesidades del nuevo escenario. En este punto entran cuestiones como el plan de prejubilaciones voluntarias y algunas medidas más.

Al hilo de lo anterior está la siguiente línea, la que tanto han reclamado desde la oposición, y que se centra en el ajuste salarial y la moderación de sueldos de la plantilla, que se centra en los altos cargos, los políticos y los directivos. La aplicación de esta acción ya ha tenido lugar este año.

En línea con los servicios, también se aumentará su eficiencia realizando un cálculo de los costes de cada uno, para asignar mejor los recursos sin que se vea afectada la calidad de los mismos.

La sexta medida ajustará los ingresos actualizando las tasas y precios públicos. No se trata de aumento de la presión fiscal, porque hay un compromiso de no subir los impuestos, sino de cobrar de otra forma las tasas para que la carga sea mayor para el que use un servicio y no de pago obligado para todos.

Por último, el Ayuntamiento jerezano cierra la puerta a aumentar su deuda para nuevas inversiones. Así, cuando haya que hacerlas será usando patrimonio «no útil» para ello o financiadas al 100% por otras administraciones.