Celebración de Basescu. :: REUTERS
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Basescu se impone en Rumanía entre sospechas de fraude

Los socialistas, vencedores según las encuestas, exigen una revisión del escrutinio por irregularidades «masivas»

BUCAREST. Actualizado: Guardar
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Los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebraron el domingo en Rumanía dieron ayer un vuelco espectacular. El mandatario saliente, Traian Basescu, se impuso en el sprint final al candidato socialista (PSD), Mircea Geoana, que se había atribuido la victoria. Tras el cierre de los colegios electorales, varias encuestas dieron a Geoana como ganador, con un resultado en torno al 51% de los sufragios, frente al 49% de Basescu. Los medios de comunicación se hicieron eco de su triunfo hasta altas horas de la madrugada.

Los seguidores de Geoana, que recibió el apoyo del liberal Crin Antonescu (PNL), celebraron la victoria en Bucarest y otras ciudades del país, que se encuentra sin gobierno desde hace dos meses, inmerso en una profunda crisis económica. «A partir de hoy (por el domingo), ya soy el presidente de los rumanos», proclamó Geoana en su primera comparecencia pública. Basescu rechazó la derrota desde el primer momento y también se declaró vencedor ante las cámaras.

La Oficina Electoral Central, con casi el 100% del voto escrutado, le dio la razón al candidato conservador. El presidente saliente revalida su cargo por otros cinco años al conseguir el 50,33% de los votos, frente al 49,66% de Geoana. Los socialistas no tardaron en reaccionar y denunciaron un «fraude electoral masivo» y exigieron la «revisión» del escrutinio. «Debido a las numerosas irregularidades, nos vemos obligados a cuestionar el resultado de la elección», porque «las constataciones del día y la noche anteriores nos confirman el fraude en la segunda vuelta de las elecciones», manifestó el vicepresidente del PSD, Liviu Dragnea.

Los observadores de la OSCE, que vigilaron el desarrollo de las votaciones, aseguraron que, «en general, se habían respetado los estándares», pero admitieron la existencia de anomalías que deben ser investigadas «urgentemente».