Sociedad

«Voy con jóvenes porque conmigo un viejo se muere»

Dueña de múltiples negocios relacionados con el lujo, la ex del magnate norteamericano Donald Trump sigue coleccionando maridos Ivana Trump Multimillonaria

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Sus altísimos tacones pintados de leopardo repicaron con fuerza ayer en el Sicab (Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Española) que se celebra este fin de semana en Sevilla. Es la despampanante rubia cardada Ivana Trump (Chequia, 1949). O mejor dicho, Ivana, a secas, pues según ella me corrige: «Igual que Cher y Madonna, yo no necesito apellido».

-Pero su divorcio de Donald Trump la convirtió en millonaria y la encumbró al estrellato. ¿Ya no se acuerda?

-Quiero decir que soy, antes que nada, Ivana. Y luego, Ivana Trump... guión, lo que venga detrás.

-¿Lo que venga detrás?

-Sí, pongo un guión después de Trump y añado el apellido de mi siguiente marido. O lo quito, si llega el divorcio.

-Se ha casado cuatro veces y sé que le gusta montar. Lo que sabe de hombres, ¿se lo enseñaron los caballos?

-No acabo de ver la relación entre hombres y caballos, querida, pero sí te diré que, cuando veo un caballo, sólo pienso en ponerme encima, ja, ja, ja... Al caballo hay que saber dominarlo. Estuve montando hace cosa de un año con un amigo y él andaba tan petrificado por el miedo que se agarraba al caballo por el cuello con todas sus fuerzas. Me dio tal ataque de risa al ver la escena que casi me caigo, pues con las carcajadas se me aflojaron los músculos.

-Dicen que quien controla a un caballo se controla a sí mismo.

-Cierto. Pero no lo olvides: puedes controlar un caballo hasta cierto punto. Igual que puedes controlar a un hombre... ¡Sólo hasta cierto punto, ja, ja! Lo que sí tengo es bastante control de mí misma.

-En mitad de su lujoso ático de Nueva York, alguna tarde miró por la ventana y...

-Para el carro, no vayas por ahí. ¿Depresión? Absolutamente cero. No tengo tiempo para deprimirme. Tengo viejos amigos, millones de amigos... Está mi familia. Y muchos negocios: joyas, perfumes, doce hoteles de lujo en Fidji...

-Como multimillonaria, ¿qué consejos da en su columna semanal 'Ask Ivana' a las mujeres corrientes ?

-Cada semana contesto a seis preguntas. Son dudas que la gente tiene sobre sus relaciones sentimentales, sobre el bienestar y la salud, sobre... ¡el sexo, claro! Recibo miles de cartas cada semana que van a mis editores, no a mí, porque me volvería tarumba si tuviera que leerlas todas. Ellos eligen los temas y los mezclan para darle variedad a la cosa.

«Algunos consejillos»

- Así que aconseja sobre sexo...

- Por supuesto. No me pongo a contar mi vida íntima al público, pero sí me siento capaz de dar algunos consejillos. Por cierto, el otro día me consultaron un caso tan tonto...

- Cuente, cuente...

- Bueno, pues resulta que me escribe una mujer y me dice que se le había averiado el coche.

-¿También aconseja sobre mecánica?

-No, espera. La señora en cuestión tenía una cita con su médico y recurrió a utilizar el coche de su marido. En su camino al doctor, le paró la Policía. Y cuando estaba buscando los papeles del coche para mostrárselos a los agentes, encontró en la guantera... ¡un tanga! ¿Puedes creerlo? Y como ella me dijo: «Ivana, no era mi talla, incluso aborrezco ese color. ¿Qué puedo hacer?».

-De mujer a mujer, Ivana. ¿Por qué los prefiere jovencitos?

-Mira, no tengo nada contra los hombres maduros, pero yo tengo una tremenda energía y si me voy con un viejo... ¡Se muere! Así de claro: se-muere.