Romper con el pasado para mirar al futuro

Los sentimentalismos no sirven de nada cuando uno se juega su futuro. Mirar atrás no hace bien. Por eso Agustín Correa no quiere dejarse llevar por la nostalgia en el encuentro que esta tarde va a enfrentar al Cajasol Club Voleibol Puerto Real, al que entrena actualmente, y el UCAM Murcia, en el que desarrolló buena parte de su carrera y donde vivió momentos inolvidables. La situación exige contundencia, ya que el conjunto de la Villa ocupa la penúltima posición de la clasificación y afronta la primera de sus finales en la búsqueda de la permanencia.

Es seguro que las gradas del pabellón municipal estarán repletas desde las 18.00 horas, momento en el que los árbitros Teófilo Guijarro y Rubín Martín, de Valladolid, darán el pitido inicial.

Hasta este momento de la temporada, el público ha sido el valor más seguro de este club en aras de crecimiento y que trata de hacerse hueco en la máxima categoría del voleibol nacional.

Correa sabe que cuenta con todo de cara y que tiene mimbres para superar el reto. En las ocho primeras jornadas se ha podido observar que la plantilla verdiblanca le puede ganar a cualquiera, pues salió airosa de la cancha del CAI Teruel, el vigente campeón liguero.

Lo que urge corregir es la falta de contundencia en los momentos decisivos. El voleibol es un deporte en el que la balanza la rompen los reflejos, la fortaleza mental y la capacidad de reacción.

Errores normales en un conjunto que nunca ha competido a un nivel tan exigente como el que marca la Superliga, y que han derivado en derrotas que bien podrían haber sido victorias, como ocurrió en la visita a Caravaca (3-1) -el primer set pudo haber caído del lado de los puertorrealeños pero no fue así y terminó 34-32 para los locales, a la postre determinante-, o en Puerto Real ante el CV 7 Islas Vecindario (1-3), un partido con mucha igualdad en las dos primeras mangas.

Una buena noticia para el entrenador chiclanero es que cuenta con todos sus jugadores disponibles. Atrás quedaron los problemas de Nico Oroz, que cayó lesionado en mitad del encuentro ante el Barcelona pero se le pudo ver activo la pasada semana en Soria.

Todo preparado para que se comience a alzar el vuelo en la clasificación. Y para que Correa pueda disfrutar de una tarde de gloria ante el que fue su equipo hasta mediados de la pasada campaña, en el que ejerció como entrenador.

Venancio Costa y la historia

Un clásico del voleibol español, Lucas Gregoret, es la estrella del conjunto bermellón. Junto al opuesto argentino hay un séquito de grandes jugadores encabezados por Manuel Parrés, Mario Ferrera y el uruguayo Nicolás Ronchi.

Pero, sin lugar a dudas, es su entrenador, Venancio Costa, el que despierta la nostalgia de los amantes del voleibol español de los mejores tiempos. El alicantino de 41 años empieza a dar sus primeros pasos en los banquillos y, precisamente, fue el sustituto de Correa en el conjunto pimentonero tras su destitución. Previamente fue preparador del CV Almoradí en FEV, el conjunto de su ciudad natal y, como jugador, fue una institución en el combinado nacional de la década de los 90 en el que destacaban figuras de la talla de Rafa Pascual, Juan Carlos Costa o Ernestro Rodríguez, y donde, ya al final de su etapa, empezaban a abrirse camino Guillermo Falasca o Juanjo Salvador.