El campo se pone en huelga

José Jiménez se levantó ayer por la mañana a la misma hora de siempre. Pero al contrario que otros días, tras desayunar no recogió sus aparejos para marcharse a su parcela, sino que se quedó en casa y encendió la radio para escuchar las noticias que ya hablaban de un hecho histórico: el primer paro general que el sector agrario y ganadero ha realizado para denunciar las ruinosas condiciones por las que atraviesa esta actividad.

Este agricultor, que tiene su explotación cerca de La Barca de la Florida, ya ha secundado antes movilizaciones y protestas para defender sus intereses y los de sus compañeros. «Aquí hemos perdido la lucha del algodón, luego la de la remolacha y muchas otras por las que antes nos echamos a la calle», apunta, pero reconoce que «un paro de estas características, en toda España y secundado por todas las organizaciones no lo había vivido nunca».

Eso sí, en ningún momento se ha planteado ir a trabajar hoy, como tampoco lo han hecho el 90% de agricultores y ganaderos de Cádiz que ayer decidieron dejar a un lado los tractores y los azadones y apoyar esta movilización que ayer tuvo su primer capítulo con un paro general del sector, y que hoy continuará con una gran manifestación en Madrid a la que acudirán miles de profesionales del campo de la provincia, «pese a que somos los que estamos más lejos de la capital».

Desde distintos puntos de Cádiz como Jerez, Vejer, Conil, Algodonales o Chipiona partieron ayer hacia Madrid (algunos hicieron noche en la capital y otros llegarán hoy mismo) decenas de autobuses que se unirán a los que lleguen del resto del país y que se sumarán a una protesta que pretende reunir a 100.000 profesionales de toda España.

La marcha partirá de la confluencia de la calle Alcalá con Cibeles y discurrirá por el Paseo del Prado hasta Atocha, para concluir ante el Ministerio.

Sin ganancias

Para José, las razones que le han movido a secundar este paro son contantes y sonantes y afectan de manera muy grave a su bolsillo: «Este año he vendido la pipa de girasol a la mitad de precio que en la pasada campaña, y cuando fui a hacer la liquidación me di cuenta de que, entre la bajada de precio y la suma de los costes por los fitosanitarios, la siega, el porte y la siembra, me ha costado dinero este cultivo».

Lo mismo les ocurre a los ganaderos de vacuno o porcino, o a los que han plantado patatas que vendieron a 10 pesetas el kilo (seis céntimos de euros) cuando los costes fueron de 17 pesetas (10 céntimos).

La ruina agraria se generaliza en cada finca y se extiende por cada rincón de la provincia y del país. Es por eso que ayer viernes el seguimiento del paro fue masivo, como apunta la organización COAG Cádiz, que convoca la protesta junto a Asaja y UPA, y que puso en marcha caravanas informativas que recorrieron todas las comarcas y pudieron comprobar que la paralización de la actividad fue del 90%.

Ni siquiera las cooperativas agrarias, las comunidades de regantes o algunas agroindustrias abrieron ayer sus puertas en una jornada que se desarrolló sin incidentes en la provincia y en la que sí hubo algunos servicios mínimos para la ganadería, ya que los animales tenían que ser alimentados sin falta.

En el resto del país hubo además tractoradas, concentraciones, el derrame de productos agrícolas, diversas marchas y acciones de protesta que sumaron un total de 200 actos.

MÁS INFORMACIÓN l Tractoradas en toda España en protesta por la «ruina» del campo, pág. 36.