derechos humanos

Australia pide perdón por los abusos y la explotación de niños en el siglo XX

Medio millón de menores fueron víctimas de mal trato en los orfanatos públicos entre 1920 y 1970

SIDNEY Actualizado: Guardar
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El primer ministro de Australia, Kevin Rudd, ha pedido disculpas en nombre del Estado a cerca de medio millón de niños que padecieron abusos y explotación laboral en los orfanatos públicos entre las décadas de 1920 y 1970, adonde fueron enviados a la fuerza o engañados.

Parte de estos "australianos olvidados" en los orfelinatos provenían del Reino Unido y de Irlanda y las autoridades les creían huérfanos, los separaron a la fuerza de sus familias o bien les convencieron de la conveniencia de ir Australia con promesas de una vida mejor. "Miramos hacia atrás avergonzados de que pasaran frío, hambre y soledad, y sin tener a nadie a quien pedir ayuda", ha indicado el laborista Rudd en una intervención ante el Parlamento australiano y que fue retransmitida en directo por la televisión nacional.

"Sufrieron abusos físicos, humillaciones crueles, violaciones sexuales. Nos avergonzamos de haber permitido que los que tenían poder abusaran de los que no lo tenían", ha lamentado Rudd, quien ha asegurad que esa disculpa servirá para que estos "horrores" no se repitan nunca.

Algo más de 900 de personas, víctimas y familiares de los damnificados, viajaron de todas las partes de Australia para estar presentes en la sesión parlamentaria en Canberra. "Os pido perdón por la tragedia absoluta que sufristeis al perder vuestra infancia", ha manifestado el jefe del Gobierno. "Reconocemos que las leyes de nuestra nación os abandonaron y por eso os pedimos perdón", ha añadido Rudd entre las aclamaciones emocionadas de los presentes.

Se creará una base de datos

El Parlamento ha aprobado después con los votos del Partido Laborista y del opositor Partido Liberal, los dos principales del país, una legislación al respecto que ofrece "cuidados especiales" para las víctimas cuando se retiren y que no contempla compensaciones económicas. Muchos menores embarcaron desde Reino Unido en la creencia de que sus padres habían fallecido, lo que no siempre resultó cierto.

La nueva ley prevé la creación de una base de datos nacional para que las víctimas puedan encontrar y restablecer las relaciones con sus familias en la antigua metrópoli, así como financiación de grupos de defensa del derecho de los niños y de atención de víctimas de abuso.

Rudd se comprometió a romper el ciclo de sufrimiento y ofrecer la protección adecuada a los 30.000 menores que están bajo la tutela del Estado australiano en la actualidad. "Nos unimos hoy para tratar un feo capítulo de las historia de nuestra nación, nos unimos para deciros, a los australianos olvidados y a los niños que fuisteis enviados a nuestras costas sin consentimiento, que lo sentimos", leyó el primer ministro.

En febrero del año pasado, Rudd ofreció otra emocionada disculpa en nombre del Gobierno por los abusos cometidos contra los aborígenes que fueron separados a la fuerza de sus familias entre 1910 y 1970, un trozo de la historia australiana negado por las administraciones anteriores.