Un castigo simbólico

Diego Maradona fue suspendido «dos meses de toda actividad relacionada con el fútbol» y multado con 16.565 euros por sus exabruptos tras sellar el pase de su equipo al Mundial-2010. Una condena más simbólica que efectiva, ya que expira el 15 de enero y, por tanto, permitirá al Pelusa retomar las riendas de la albiceleste sin cortapisa alguna después de Navidad.

Maradona, que compareció ayer ante la FIFA en su sede de Zúrich (Suiza), fue sancionado por sus polémicas declaraciones después del decisivo que Argentina ganó por 1-0 a Uruguay. «A los que no creyeron, que la chupen...», declaró entonces.

La FIFA decidió dos días después abrir expediente disciplinario contra la leyenda del fútbol argentino. Durante su comparecencia ante el organismo presidido por Joseph Blatter, el argentino «fue escuchado por espacio de 40 minutos y pidió perdón a la FIFA y a la familia del fútbol mundial».

A la hora de decidir, se tuvo «en cuenta las disculpas y los sinceros remordimientos mostrados por Maradona, que le fue comunicada al final de la reunión». Sin embargo, la FIFA también le advirtió de que, en caso de reincidencia, le impondrá castigos «más duros». Se esperaba una inhabilitación de al menos cinco partidos que podría haberle afectado incluso durante el Mundial.

Por cierto que el triunfo de la selección de España sobre Argentina (2-1) fue recibido ayer con críticas de todo tipo para el equipo de Diego Maradona y con elogios para el actual campeón europeo.

«No te perdona. España tiene sus ideas más claras que Argentina: nos bailó un rato. A trabajar en la táctica, la falta de definición, las amarillas y los penaltis. A remarla, Diego. España no nos perdonó», señaló Olé.

Para el diario deportivo, «España juega de memoria. Argentina, de amnesia. España vive. Argentina sobrevive. España sabe a qué juega. Argentina sabe que esto ya no es un juego. Y el Mundial no perdona. Si quieren aprovechar el tiempo, que hoy mismo vean esos 45 primeros minutos de España: fútbol total contra el total sin fútbol».

Clarín escribió que «esta selección argentina es un boceto» y evaluó que el equipo albiceleste «sigue buscando identidad y funcionamiento. El resultado no se discute. Está claro que falta muchísimo para llegar al ideal. Falta juego, coordinación, pero tampoco es para entrar en pánico. Habrá que definir un plantel y darle confianza».