La fortaleza en los instantes finales fue esencial. / LA VOZ
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'Matagigantes' en acción

El CV Puerto Real vuelve a dar otra campanada al imponerse en la cancha del CAI Teruel, vigente campeón de la Superliga

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La bestia enseña los dientes. Se resiste a caer en la selva de los más fuertes, de los que sobreviven gracías a su poderío. En la Superliga el débil muere, se disipa como un oasis en el horizonte del desierto. Por eso el Puerto Real sabe que tiene que sacar sus garras, y que el ataque al más fuerte puede hacerle conseguir el respeto del resto de la fauna.

Por eso, ayer no tuvo reparos en lanzarse directamente al cuello del CAI Voleibol Teruel, en sus dominios, donde es más fácil que baje la guardia. El vigente campeón de la máxima categoría tuvo que probar de la medicina del conjunto que ahora entrena Agustín Correa, que cogió las riendas del sanluqueño Miguel Ángel Serrano. El chiclanero suma su primera victoria en el cargo tras su segunda comparecencia.

El titular de la Villa salió al Pabellón de Los Planos, que como de costumbre presentaba un gran ambiente de voleibol, consciente de que sacar puntos era algo más que complicado. Óscar Novillo no alineó de titular a su colocador principal, Guillermo Hernán, y eso quizás provocó que el CAI Voleibol Teruel entrara tarde en el partido. Pese a ello el conjunto turolense igualó la contienda sin problemas, aunque el CV Cajasol Puerto Real llegó al segundo tiempo técnico con 12-16. Con la igualada del conjunto caísta, el partido entró en igualdad, que a final de set supo resolver el CV Cajasol Puerto Real en la tercera oportunidad de la que dispuso.

Pero el partido no iba a pintar fácil para el CV Cajasol Puerto Real que ya se había puesto por delante en el electrónico, poniendo la sorpresa de la jornada. CAI Voleibol Teruel reaccionó con contundencia y aupado por su gran público que abarrotaba las gradas conseguía darle la vuelta al marcador, con parciales de 25-21 y 25-19 y con un CV Cajasol Puerto Real que volvía a cometer demasiados errores no forzados.

Sangre fría al final

La cuarta manga del partido sirvió para que el encuentro se fuera a las tablas en el electrónico, 20-25. El conjunto blanquiverde fue por delante siempre en el marcador. En la muerte súbita, el orden en ataque y en defensa de los puertorrealeños fue determinante y la victoria llegó por un ajustado 13-15.