Seguidores de Ahmadineyad portan pancartas contra Obama./ EFE
MUNDO

Obama ofrece a Irán un nuevo marco de relaciones y dejar atrás el pasado

El presidente estadounidense dice que es el momento «de abrir» la puerta al futuro

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Treinta años después de la crisis de los rehenes en Irán cuyo complicado y tardío desenlace costó la presidencia al demócrata Jimmy Carter, Barack Obama aprovechó ayer la efeméride para decir al Gobierno de Teherán que ha llegado el momento de decidir si quiere «anclarse en el pasado» o «abrir la puerta» al futuro. El presidente recordó el asalto de la Embajada que comenzó el 4 de noviembre como un evento que ayudó a colocar a Estados Unidos e Irán en un prolongado camino de sospecha, recelo y confrontación.

«Mi interés es dejar atrás el pasado y buscar una relación con la República Islámica de Irán basada en el interés y el mutuo respeto», explicó Obama, al resaltar que su país «no se entromete en los asuntos internos» iraníes. El presidente mencionó algunos gestos de Washington en relación a Irán, como la condena de los recientes ataques terroristas en ese país y el reconocimiento del derecho internacional que asiste a Teherán para desarrollar una actividad nuclear con fines pacíficos.

Tras asegurar que los estadounidenses tienen un gran respeto por los iraníes y su historia, Obama afirmó que «ahora la cuestión es qué tipo de futuro» quieren los iraníes. «Hemos dejado claro que si Irán cumple con las obligaciones que tienen todas las naciones, abrirá un camino hacia una relación más próspera y productiva con la comunidad internacional».

Aquel día de noviembre de 1979, más de 300 estudiantes y militantes del islamismo más radical, saltaron por encima de la pared de la misión diplomática de Estados Unidos en Teherán, después de haber vencido la resistencia de los infantes de Marina que se encontraban en servicio. Los estudiantes se instalaron en el lugar sin dejar salir a nadie y, a partir de ese momento, la bandera de las barras y las estrellas no volvió a ondear en suelo iraní.