ANÁLISIS

Año de locos

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S ebastian Vettel se subió a lo alto del podio en Abu Dhabi tras una gran actuación. Su escudería, Red Bull, además de adjudicarse el segundo puesto en la clasificación de constructores, finalizó la última prueba de la temporada con sus dos pilotos en las primeras posiciones. El equipo ha demostrado que estará con los grandes. Lástima de Hamilton, que con el coche más competitivo y más fuerte de todos abandonó por un problema en los frenos traseros.

Button, el campeón, comenzó dormido, pero le dio emoción en las últimas vueltas. Una pena Barrichello que, sin alerón, no pudo pelear por la segunda plaza en el campeonato. Destacar la actuación de Kobayashi, quien en su segunda carrera concluyó sexto. El japonés aprovechó muy bien la oportunidad que le brindaron, después de hacer un trabajo excepcional en la Fórmula 2.

Fernando Alonso, por su parte, no acabó la temporada de la manera en la que le hubiera gustado. El asturiano, noveno en la clasificación final, puso su ilusión para llevar a lo más alto a Renault, aunque sacó todo lo que podía sacar de la situación con un coche poco competitivo. Lástima también para Alguersuari, que tras cometer un error en boxes el domingo, ha vuelto a tener de nuevo problemas mecánicos, lo que le privó, una vez más, de acumular kilometraje.

Esta temporada ha sido difícil, complicada e inesperada, en la que un equipo en la ruina ha logrado coronarse como campeón de pilotos y constructores. Las escuderías pequeñas han demostrado que han sabido entender el reglamento y que pueden estar ahí. Las grandes pecaron de arrogancia al no preparar bien en invierno su estrategia, como Ferrari, que se ha centrado en preparar el coche para Alonso.