La historia de estar toda una vida a rueda de la crisis

«Fue una carrera muy divertida, ya que me clasifiqué cuarto en los entrenamientos en la salida perdía una posición por la aceleración del quinto, pero a partir de la segunda vuelta tuve un mayor ritmo que el resto y faltando cinco vueltas era ya segundo a cuatro segundos del primero». Diego Narbona vuelve a sonreir. El joven piloto jerezano regresa a las pistas tras varias semanas de descanso y lo hace enfilando el Campeonato de Andalucía de Velocidad.

La carrera automovilística de este joven jerezano comienza de manera oficial en el 2000, cuando apenas contaba con 15 años. Sus primeras andanzas en este complicado y peligroso mundo las dio a los mandos de Seat 127 que heredó de su tío abuelo. Fue en el año 2001, aunque poco antes empezó a practicar y fue campeón de Andalucía de Slot, es decir, scalextric. Más tarde pasó a competir a nivel andaluz con el Slalom y dio el salto al turismo, para intentarlo en el Campeonato de España de la Copa Clio, aunque la falta de un patrocinador potente le llevó a abandonar su sueño de competir a nivel nacional.

Ahora, gracias al apoyo de patrocinadores como Veninsur, Limpiezas Guadalete, Suinca y Neumáticas Elisardo, Narbona sueña con el cetro regional. Se encuentra en Londres por motivos profesionales, pero se centra en la próxima cita del campeonato. Será dentro de semana y media en Ronda y lo afronta lleno de moral tras la última prueba desarrollada en el trazado almeriense de Tabernas.

Llega a Jerez

En esa prueba Diego se enfrentaba a vehículos de superior categoría como Porsche y Seat León. Sin embargo, de 27 participantes, el piloto jerezano quedó en segunda posición, a cuatro segundos de un potente Porsche. Todo un logro para un Narbona desgraciadamente limitado por las escasas posibilidades económicas que se encuentra. Ahora toca soñar con acercarse al primera de la general y poder levantar los brazos en la última cita del campeonato en Jerez, su tierra.