ANÁLISIS

Dura sanción

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La pasada semana se produjo un hecho preocupante. Tres interprofesionales han sido sancionadas por la Comisión Nacional de la Competencia. Son la interprofesional del huevo (INPROVO), con 100.000 euros, la de avicultura de carne (PROPOLLO), con 200.00 euros y con 22.500 euros, CEOPAN en Asturias. Cantidades muy altas, para cualquiera que conozca el funcionamiento de este tipo de asociaciones.

¿El motivo?, una serie de notas de prensa en las que después de analizar el mercado y los costes de materia prima recomendaban repercutir en el precio final del producto estos sobrecostes y llegar a un valor mínimo de rentabilidad. No es competencia del que suscribe valorar las decisiones de la CNC, que se presuponen solventes.

La cuestión es, que si esto es un delito contra la competencia, ¿qué papel tiene que jugar las interprofesionales? Son organizaciones que el gobierno y los agentes económicos consideran claves para la vertebración del propio sector. Por supuesto, fijar precios tanto de forma implícita como explícita va contra las reglas del mercado, pero ¿lo es que una organización no comercial, en la que se encuentran los diferentes escalones de la cadena productiva emita una opinión, una recomendación? Que se lo digan al sector lácteo francés.

Por otro lado, si la voluntad de estas organizaciones hubiera sido fijar precios y actuar contra las normas de la competencia, no lo habrían realizado a través de notas de prensa; sin duda, la intimidad de los despachos y del papel no escrito habría sido más eficaz e infinitamente menos arriesgado. En fin, mal asunto, porque sanciones de estas magnitudes lanzan un torpedo a la línea de flotación de unas estructuras fundamentales que, a partir de ahora, tendrán que medir mucho cualquier opinión o información que quieran hacer pública.

Por otro lado, la decisión del gobierno de subir un punto el IVA compensatorio tanto agrícola como ganadero va a permitir al agro padecer menos de lo temido la subida en dos puntos del IVA soportado general y un punto el reducido. Una antigua demanda que se ve satisfecha, en un momento delicado.