Cristiano Ronaldo ha sido decisivo en Suiza.
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La pegada del Madrid oculta sus debilidades

Cristiano Ronaldo, por dos veces, Raúl, Higuaín y Guti marcaron en Zúrich (2-5)

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Este Real Madrid tiene una pegada descomunal, pero emite señales preocupantes. Su efectividad goleadora oculta sus debilidades. En ataque le basta media ocasión para marcar un gol, pero no ha perdido la costumbre de relajarse cuando el viento sopla a favor y en defensa también es una mina para los rivales a balón parado. Sin ningún brillo, ganaba por 0-3 al descanso, pero dos despistes consecutivos le obligaron a trabajar en la segunda parte, en la que permitió crecerse al novato y débil Zúrich. Lo mejor para el Madrid fue la contundente victoria para arrancar la 'Champions' con autoridad y la recuperación de Cristiano Ronaldo, que despuntó en Zúrich y marcó sus dos primeros goles de falta con su nuevo equipo, aunque ambos fueron con la ayuda del portero suizo. Cristiano es tremendo en los lanzamientos de falta aunque sea desde 25 metros, pero Leoni se tragó los dos potentes disparos centrados del portugués. Lo peor para el Madrid , el exceso de confianza, los continuos fallos defensivos a balón parado, la aglomeración por el centro, y la lesión de tobillo de Xabi Alonso. Pese a todo, el camino hacia la 'décima' lo abrió el Madrid a lo grande en tierras suizas, aunque tras una primera parte tan plácida nadie podía esperar sufrimiento, y habrá que ver cuando los blancos se encuentren con rivales de entidad candidatos también a la Copa de Europa.

Lo que tiene el Madrid es que no necesita mucho para hacer un gol. Aunque se atasque por el centro, esté lento hasta la desesperación y no brille. Un libre directo de Cristiano -con la colaboración del portero- como respuesta los insultos de la afición suiza que poco antes se había acordado en español de su madre, un mal remate de Higuaín a portería que se convirtió en un centro a quien casi siempre está donde debe, Raúl, y una jugada personal del argentino para destrozar al Zúrich en menos de 20 minutos. Tardó el Madrid en romper la resistencia del Zúrich, que abusó de patadas a los tobillos, y sólo pudo hacerlo a balón parado, pero cuando lo hizo, los de Pellegrini se dieron un paseo hasta el descanso.

Volvieron a sacar a relucir su pegada. Con sólo cuatro ocasiones, cinco si se cuenta otra falta de Cristiano que mandó a la grada dos minutos antes de abrir el marcador, cayeron tres tantos.

La primera oportunidad sin embargo, la tuvo el Zúrich, cuando el Madrid , aún adormecido, dio la primera muestra de debilidad defensiva a balón parado, en esta 'Champions', porque ya es costumbre desde hace años en los córners y faltas. Los suizos ganaron la partida a la defensa madridista, de nuevo liderada por Pepe porque su sanción no cuenta para Europa. El portugués estuvo muy regular, aunque por suerte para él, los suizos, desde esa ocasión que tuvieron a los ocho minutos, desaparecieron hasta la segunda parte. Siempre estuvieron en su campo, a merced de un Madrid que se alió de forma definitiva con el balón, con Lass y Xabi Alonso sin sufrir presión del contrario. Los destellos de clase, sin embargo, fueron muy esporádicos. Y casi siempre del mismo, Kaká, que sólo con su velocidad y zancada imponía y creaba peligro. Lo consiguió el brasileño, sobre todo, por la izquierda, donde intentó hacer de extremo en una banda en teoría destinada a Cristiano. Por ella también entró Drenthe, sustituto de Marcelo. La derecha, en cambio, estuvo inédita, aunque a Arbeloa le guste subir.

Demasiada relajación

Con un marcador tan abultado a favor, el Madrid tuvo tiempo para relajarse, pero se pasó de frenada. Dejó jugar al Zúrich y se fue del partido. Permitió a los suizos, a quienes no les gusta rifar el balón, incluso dominar. La pelota ya no era madridista, y el Zúrich por fin decidió ser valiente. Si el Madrid le dejaba, lo iba a intentar. Margairaz perdonó solo a puerta vacía, cómo no, tras otro saque de falta, y poco después Xabi Alonso tenía que abandonar por el tobillo que se le torció mientras peleaba por un balón en el medio campo. El Madrid se quedó sin su referencia en el centro, aunque hacía mucho que el faro se había apagado. Se rompió por medio. En otra llegada suiza, Casillas tuvo que hacer un paradón a disparo de un defensa (Koch) que olía a gol. Tanto estaba yendo el cántaro que en un par de minuto el Madrid encajó dos goles, el primer por un penalti que no fue de Casillas, a quien la defensa dejó solo, e inmediatamente después en otro córner.

Después de tanto despiste consecutivo, el Zúrich se creció, y en el Madrid tuvo que salir Guti para dar algo de pausa e incluso ayudar, lo que ya es noticia, en la recuperación. Con la calidad y la experiencia que tienen, los blancos volvieron a poner las cosas en su sitio. Ya no permitieron tantas aproximaciones de los suizos.

No hubo riesgo de desastre porque el Zúrich es demasiado limitado, pero el Madrid tuvo que volverse a poner las pilas cuando se pensó que iba a tirarse toda la segunda parte tirado a la bartola, aunque muy atento a la lesión de Xabi Alonso, que podría ser baja al menos durante al menos un par de semanas. Con la victoria garantizada tras frenar a un Zúrich que volvió a hundirse, Cristiano y Guti, con una vaselina de 'crack', hicieron el resto cuando el partido ya moría.