Un agente inspecciona la zona en la que fingió ahogarse en la playa de Los Alemanes de Tarifa. / ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

Nos vemos el 14 de abril

El desaparecido concertó citas con amigos, proveedores y empleados justo para el día siguiente de su marcha

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El lunes 14, a las 8:30 de la mañana. «Nunca se ha conocido de Jenaro, por grave que fuese el problema, que antes de las nueve y media de la mañana concertara cita alguna». Así lo declara uno de los responsables de la empresa Marvacón a la que el detenido debe más de 12.000 euros, además de dejarle colgadas varias obras en la calle Marconi. Según la declaración del afectado, que se incluye en el atestado de la Policía Nacional, el detenido firmó «de forma inusual» un presupuesto por una reforma que le pagaría el 14 de abril.

La empresa ya acumulaba varias deudas con el gaditano, motivo por el que le pedían el dinero por adelantado antes de iniciar cualquier trabajo. Este mismo empresario llegó a oír a Jenaro lamentarse por su situación económica y reconocer que le estaba afectando el mal estado de los negocios, lo que lo tenía muy intranquilo.

Esa misma actitud fue percibida por una de sus empleadas que declaró haberle visto una conducta extraña «especialmente nervioso», aseguró. El detenido quedó con esta mujer el 14 para hablar sobre el estado de los seguros, una hora que también le resultó extraña. De la misma forma, recordó haber visto la semana anterior a la desaparición un guión manuscrito hecho por él de todas las citas que tenía para ese lunes, cuando ya se encontraba camino de Sudamérica.

Posiblemente en esa agenda se encuentren también los pagos que supuestamente iba a realizar ese lunes con los 47.500 euros que previamente había guardado en un sobre. Las primeras intenciones de Jenaro eran que uno de sus empleados lo custodiara, pero al tratarse de una cantidad elevada finalmente terminó en su caja de caudales.

Nada de nada

El trabajador llamado a declarar insistió que Jenaro le repitió lo del dinero hasta en cuatro ocasiones. Añadió también que tras conocer la desaparición de su jefe buscaron el sobre con minuciosidad para hacer frente a los pagos pendientes y no lo encontraron.

El último y quizá el más sangrante es el caso de uno de sus amigos íntimos al que adeudaba 56.000 euros. El mismo al que llamó un mes antes de entregarse para pedirle ayuda nuevamente. El afectado, que será llamado a declarar como testigo, decía contar con el compromiso personal de Jenaro de devolverle todo el dinero el 14 de abril. Como garantía de ese pago, el empresario huido le redactó un documento en el que hacía constar la devolución que de poco le ha servido.

De su estancia en Paraguay se sabe poco. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que emprendió negocios en la capital, Asunción, la mayoría relacionados con la hostelería, pero no le fueron bien del todo. No obstante, habrá que esperar a la declaración del detenido para conocer los motivos reales de la fuga y la cantidad total que se llevó que aún no ha sido determinada por la Policía.