Deportes/Mas-Deportes

El farolillo rojo más feliz

| COLPISA. BUDAPEST Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se trataba de rodar, de no cometer errores y de familiarizarse con el nuevo coche. Objetivo cumplido. Jaime Alguersuari fue último tanto por la mañana como por la tarde en su primer día al volante de un F-1, pero es el farolillo rojo más contento del mundo. «Esto es virtual, no me lo creo», repetía su padre, incrédulo y emocionado con el salto que ha dado su chico.

Jaime Alguersuari fue el centro de todas las miradas en el viejo circuito de Hungaroring. Fue el primero en salir por la mañana y nadie dio tantas vueltas como él, 82. «Se trataba de sumar kilómetros (dio unos 360) y tener buen feeling», confesaba exhausto después de una jornada maratoniana que empezó con el timbre del despertador a las 7.30 horas.

Una porra improvisada en el entorno de Alguersuari revelaba que para el viernes no había mucha esperanza depositada en el chaval. «Hasta yo me he sorprendido», comentaba Alguersuari. «Pensaba que estaría a dos segundos y medio del mejor tiempo -fue de Hamilton, McLaren amenaza con volver- y estoy a 1,8. Creía que no iría tan rápido», puntualiza el debutante.

Sobre los comentarios del resto de los pilotos, el joven fue bastante claro: «En realidad, me da igual lo que piensen los demás participantes». Jaime Alguersuari prefiere ir por libre.