ESPAÑA

Problemas internos del CNI arrastraron a Saiz

| MADRID Actualizado: Guardar
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La dimisión de Alberto Saiz al frente de los servicios secretos sigue en el candelero. En su primera declaración tras la crisis surgida en el Centro Nacional de Inteligencia, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció ayer que en los últimos meses ha habido «problemas internos» en el CNI que había que «arreglar», de ahí que la decisión de Saiz de renunciar al cargo haya sido, a su juicio, «acertada». Su sustituto, el general Félix Sanz Roldán, tomará hoy posesión del cargo en el Ministerio de Defensa.

Zapatero señaló, en un acto de la fundación socialista Jaime Vera celebrado en Galapagar (Madrid), que «hay que tomar decisiones cuando hay problemas», por lo que, abundó, Saiz tomó la postura adecuada. Eso sí, no se mojó con las supuestas denuncias de corrupción que afectaron a la imagen de Saiz y desencadenaron su marcha.

En cambio, valoró su buena gestión en la lucha contra el terrorismo. «Sé muy bien como presidente del Gobierno cuánto ha ayudado y ayuda el CNI en la lucha contra el terrorismo, sobre todo en esta última etapa. Como nunca en la historia», apreció Rodríguez Zapatero.

El pasado miércoles por la mañana, el ex jefe de los espías acudió a La Moncloa para presentar su renuncia al presidente del Gobierno, que la aceptó sin dudas ni miramientos. Rodríguez Zapatero ya estaba al corriente de la rebelión interna que se había gestado en las entrañas de los servicios secretos y para la que sólo tenía una salida: destituir al director. Una decisión que había madurado hasta tal punto que ya tenía escogido un sustituto, el general Sanz Roldán.