Exultante. La actriz María Galiana posa en uno de los patios del Palacio Provincial. / Óscar Chamorro
MARÍA GALIANA | ACTRIZ

"Yo le compré a Carlitos todos los Harry Potter"

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–Ha venido a presentar un recetario, ¿cultiva mucho la cocina casera?

–Sí, es la que me gusta, no busco recetas sofisticadas porque soy muy tradicional. Me gusta guisar.

–Entonces, ¿reniega de la cocina moderna que cultivan chefs como Adriá?

–Que va, me gusta aunque yo no lo haga. Una vez coincidí con Adriá en el AVE. Ya le conocía desde su participación en Tapas. Pues fuimos charlando todo el viaje y sólo me hablaba de bares de Sevilla donde había comido las gambas y los boquerones fritos más buenos que había probado nunca. Me refiero a que es verdad que es muy creativo, pero de lo que me hablaba era de las gambas y los boquerones...(risas)

–Se metió a actriz tras jubilarse como profesora, ¿no se veía haciendo sopas de letras ni acudiendo a los viajes del Imserso?

–A mi es que me gusta estar con gente más joven que yo. Sesenta y cinco viejos en un autocar es mucho para mí. No es lo mío. Yo les he dicho a mis hijos que cuando termine de pagar la hipoteca me voy a ir a ver el Ermitage a San Petersburgo o me voy a coger el Transiberiano fíjate...

–Si hubiera sido profesora hoy en día, tal y como están las cosas en los institutos, ¿se hubiera hecho antes actriz?

–No. Siempre he sido docente. Siempre he tenido una vocación muy grande. Lo que pasa ahora es que el profesor está perdiendo autoridad porque no se la está dando la sociedad. Ahora, los primeros que ponen a parir a los maestros son los padres.

–¿Cuál era su arma secreta para hacerse con los alumnos?

–La comunicación, evidentemente. Quererlos y que ellos se dieran cuenta de que estaba allí para ayudarles.

–¿Cuál de sus dos profesiones le ha dado entonces más satisfacciones?

–La docencia. El teatro lo que hace es halagar tu vanidad. Yo por ejemplo tuve un alumno, que ahora es escritor, por el que luché para que le dieran matrícula en Literatura y sólo por él merecía la pena ser profesora.

–¿Cómo ha llevado interpretar durante casi una década el mismo papel en ‘Cuéntame’?

–Bien, porque yo soy la abuela Herminia (risas). En mí hay muchas cosas de ella: el sentido del compromiso, querer que mi familia se lleve bien, me gusta guisar para todo el mundo...

–¿Es cierto que trata al niño que hace de Carlitos como si fuera su nieto?

–Es que él me mira y me dice abuela. Todos los Harry Potter, por ejemplo, se los he regalado yo.

–En su día daba clases de Historia del Arte, ¿a qué pintor le hubiera gustado conocer?

–Me hubiera gustado mucho tratar a Leonardo y Picasso.

alenador@lavozdigital.es