El rechazo a la instalación de antenas augura otro verano sin cobertura en la costa

Salir del restaurante o recorrer una habitación entera para conseguir señal en el teléfono móvil serán escenas que se volverán a repetir este verano en la provincia. El aumento de la población durante las vacaciones satura la red de antenas en Cádiz, formada por unas 1.200, que dan servicio a los principales operadores de móvil. La compra de teléfonos ha aumentado estrepitosamente en los últimos años, tanto que se calcula que hay uno por habitante en los municipios de tamaño mediano y uno y medio en las capitales.

Al aumento de receptores se une la amplia oferta de servicios de las empresas. La conexión a internet, los mensajes multimedia y el envío de fotos se realiza también a costa de los repetidores cuya ampliación no ha tenido la misma tendencia ascendente. «La red ofrece buen servicio, pero la llegada masiva de veraneantes produce sobrecargas y ralentiza la transmisión de datos». El entrecomillado es de Carlos Cernuda, portavoz de Redtel, la patronal de tecnología móvil que agrupa a cuatro grandes operadores –Telefónica, Vodafone, Orange y Yoigo–. Los municipios con menos cobertura se encuentra principalmente en la zona costera de La Janda, Chiclana, El Puerto, Sanlúcar, Chipiona y Tarifa. «Durante el resto del año la gente habla con facilidad, pero cuando llegan julio y agosto ya se producen problemas para hablar dentro de un bar, por ejemplo», dice Cernuda.

La mayoría de estas localidades tienen ordenanzas restrictivas que prohíben la instalación en el casco urbano, como ocurre en Chipiona y en Medina, o han declarado ciertas zonas sensibles, fundamentalmente colegios, guarderías y centros de salud, en los que tampoco se pueden ubicar repetidores. «Los operadores no pueden buscar localizaciones alternativas, porque la transmisión de las señales no serían adecuadas», recalca el portavoz de Redtel.

En el lado opuesto se encuentran las ciudades más grandes: Cádiz, Jerez y Algeciras, que han alcanzado un consenso social para la instalación de repetidores. También se ha mejorado la situación en municipios como Rota o Vejer, muy reacios a las antenas en su momento y, finalmente, han terminado por abrir la mano.

Precisamente lo que más preocupa a los operadores es la cobertura en los municipios turísticos. «Llega el verano y hay lugares que pasan de 20.000 a 100.000 habitantes y cada uno de ellos tiene un teléfono y demanda un servicio adecuado», insiste. La patronal calcula que sería necesario aumentar la red entre un 20 y un 30%, lo que supondrían unas 300 antenas más. Pero el 50% de las solicitudes terminan rechazadas o dentro de un cajón. La presión social y la negativa de los ayuntamientos han supuesto los principales escollos. Una de las razones es el miedo a que la radiación afecte a la salud. Cernuda aclaró que «hay una normativa estricta y se hacen mediciones periódicas, por lo que el control está asegurado».

No obstante, organizaciones de consumidores como Facua dicen que no son necesarias más antenas. El colectivo habla con la seguridad de que pocas de las reclamaciones que reciben son por problemas de cobertura. También niegan que haya zonas de sombra y de hecho, la red radioeléctrica cubre toda la provincia.

Distintas fuentes del sector consultadas por este periódico, hay en torno a 2.000 emplazamientos para instalar repetidores, pero para su ocupación debe existir una predisposición de las autoridades locales y, sobre todo, consenso social. Ante la dificultad para conseguir ambas cosas, las operadoras han llegado a alianzas para compartir infraestructuras y al mismo tiempo ampliar la potencia. El órgano regulador realiza inspecciones periódicas y mantiene un control estricto para evitar que se disparen las emisiones.

En España el nivel de radiación es moderado, muy por debajo de lo que recomienda la legislación española, por lo que los operadores lanzan un mensaje de tranquilidad a los usuarios.

ciudadanos@lavozdigital.es