El dragón de cien cabezas

Árbol mitológico. Representó siempre al dragón de más de cien cabezas que custodiaba el jardín de Hespérides. Se ubica este lugar mitológico en unas islas en la parte más occidental del mundo conocido, con lo cual los griegos se podrían referir a las Islas Afortunadas. Habla la mitología clásica del jardín llamado Hespérides y de unos privilegiados habitantes. Eran unos árboles que daban como fruto unas manzanas de oro que proporcionaban la inmortalidad a todos aquellos que la degustaran. El Dragón -o el drago- era el custodio de dichos frutos codiciados por todos los dioses clásicos. El Drago es un árbol canario. Cuentan también que le rendían culto los antiguos pobladores de las islas. Todo lo relacionado al Drago era sagrado, hasta su resina que se utilizaba como ungüento en las ceremonias funerarias.

Sangre de dragón

Denominado como Dracoena Draco, pertenece al grupo de los monocotiledóneos de corte arborescente. Sabemos del Drago que, además de su utilidad como especie ornamental, su resina roja, conocida como sangre de dragón, se utiliza en medicina como astringente. Asimismo, su savia se utilizaba también como base para numerosos tintes y colores en la industria textil.

En Jerez, podemos disfrutar de algunos de estos árboles canarios. Encontramos algún drago en El Mamelón y en la plaza del Caballo. En Villa Victorina, en la bodega de González Byass, hay un ejemplar muy interesante. Hoy nos detenemos ante un individuo de gran tamaño. Quizá el más grande que hay en Jerez. Está en la plaza de Las Angustias. El drago gigante que parece también guardar el jardín de la céntrica plaza.

Los dragos forman parte también de nuestro patrimonio medioambiental. Son parte del encanto de nuestro Jerez más verde. De ése Jerez con tanta vida natural en su interior.